El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro visitó este viernes en Buenos Aires al presidente electo de Argentina, Javier Milei, quien será investido este domingo.
Acompañado por el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de sus hijos, y cerca de 30 legisladores, el exmandatario llegó al Hotel Libertador, de la capital argentina, donde el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) instaló su cuartel en la campaña electoral y donde reside y mantiene su oficina de trabajo como presidente electo.
Allí permanecieron por una hora, durante la que ambos líderes pudieron conversar sobre la situación de Argentina que, según dijo el exmandatario a la salida, "está peor que Brasil".
Bolsonaro no comentó la ausencia de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien aún no ha tenido contactos con Milei, el cual en su campaña electoral le tildó de "corrupto" y "comunista" y con quien hasta llegó a decir que no tendrá ninguna relación durante su mandato, pese a la sociedad estratégica entre ambos países.
El gobierno brasileño estará representado oficialmente por el canciller, Mauro Vieira, quien el 26 de octubre recibió en Brasilia a la canciller designada, Diana Mondino.
Previamente, había pasado por los estudios de Radio Mitre, donde declaró: "Nosotros defendemos la democracia, la libertad, el libre comercio, la relación entre los pueblos y la autonomía de cada país".
Bolsonaro sostuvo que la victoria de Milei en Argentina impacta también en la región, porque "cuando la izquierda entra en el poder, el país pierde", porque "sólo tiene un objetivo, poder a cualquier costo" y que "así como Argentina empobreció con la izquierda, Brasil también".
En la entrevista, Bolsonaro marcó que hizo "una carrera parecida" a la de Milei, al indicar que "al político no le gusta la verdad, se esconde para poder ganar la simpatía de todos".
"Quiero abrazar a Milei y pedir a Dios que un pueblo como Argentina, un país muy importante, que son buenos vecinos, pueda ser grande siempre respetando las características y la soberanía del país", deseó.