El derrumbe ocurrido el 24 abril en un complejo textil a las afueras de Dacca, en Bangladesh, en el que se producía ropa para marcas extranjeras, deja ya 715 muertos.
Según el Ejército de Bangladesh, en las últimas horas los equipos de rescate recuperaron 36 nuevos cadáveres, mientras 2.437 personas han sido rescatadas con vida. Este último número ha permanecido inalterado desde la pasada semana.
En tanto, activistas, familiares y cientos de trabajadores de los cinco talleres textiles ubicados en el complejo protestaron hoy para reclamar el pago de salarios atrasados y otras compensaciones.
De acuerdo con el portal virtual Bdnews24, los empleados bloquearon durante dos horas una autovía que une Dacca con la localidad aledaña de Savar, donde está situado el edificio de nueve plantas que se colapsó.
El presidente de la Asociación de Manufactureros y Exportadores de Artículos de Punto de Bangladesh (BGMEA), Atiqul Islam, aseguró a la prensa local que el asunto de los salarios se resolverá hoy mismo.
Un número indeterminado de trabajadores continúa desaparecido, probablemente muchos de ellos sepultados bajo la enorme masa de escombros, que el Ejército y otros servicios públicos se afanan en retirar desde hace casi dos semanas.
En la jornada de hoy los responsables de la investigación del siniestro interrogarán a los detenidos, entre ellos al dueño del edificio -vinculado al partido gobernante en Bangladesh-, a varios propietarios de talleres textiles y a ingenieros municipales.
Bangladesh es el país con salarios más baratos en la industria de la ropa y por eso empresas de todo el mundo, incluida China, están trasladando parte de su producción al país asiático
Las compañías internacionales Primark, El Corte Inglés, Bon Marche, Joe Fresh y Benetton han confirmado producir en alguna de las empresas locales implicadas en el siniestro, y otras como Mango habían hecho pedidos de prueba en los talleres.