La Misión de Investigación de la ONU para Birmania señaló este lunes a decenas de compañías nacionales e internacionales vinculadas al poderoso Ejército birmano, al que acusa de genocidio contra la minoría rohingya, y pidió la imposición de sanciones.
El presidente de la comisión, el indonesio Marzuki Darusman, y el experto Christopher Sidoti presentaron en Yakarta un informe en el que se señala a algunos de los proveedores de armamento y socios comerciales de las Fuerzas Armadas de Birmania y reiteraron la necesidad de imponer sanciones selectivas a los cómplices del Ejército, así como un embargo armamentístico.
"Existe un vínculo indiscutible entre los negocios y las atrocidades cometidas, que implican al Tatmadaw (Ejército birmano) y también al Gobierno civil", según demuestra el informe, indicó Darusman en una conferencia de prensa.
La misión, que recibió su mandato de la ONU en 2017 para investigar violaciones de los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas de Birmania, publicó un informe en agosto del año pasado en el que acusaba a los militares de perpetrar un genocidio contra la minoría musulmana rohingya.
En agosto de 2017, en respuesta a varios ataques contra puestos de la policía por parte de guerrilleros del Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA) en el estado de Arakan (en el oeste del país), el Ejército birmano lanzó una brutal operación militar que resultó en el desplazamiento a Bangladesh de más de 700.000 miembros de esta etnia.
La comisión también acusó al Ejército de cometer crímenes de guerra y crímenes de lesa Humanidad en su guerra contra varias guerrillas de minorías étnicas en los estados de Shan y Kachin, en el norte del país.
Ahora, señala a decenas de compañías extranjeras que mantienen lazos comerciales con los conglomerados empresariales del Ejército, Myanmar Economic Holdings Limited (MEHL) y Myanmar Economic Cooperation (MEC), lo que proporciona ingresos a las Fuerzas Armadas que "incrementan su capacidad para perpetrar violaciones de los derechos humanos con impunidad".
La comisión enumeró 120 firmas
La comisión recomendó a los empresarios extranjeros que inviertan en firmas que no estén vinculadas al Ejército, al tiempo que enumeró 120 firmas ligadas a MEHL y MEC en casi una decena de sectores como la minería de jade y rubíes o la agricultura.
"Estos números son sólo la punta del iceberg, y no representan la última palabra sobre el conjunto, pero indican la extensión de la participación económica del Ejército en Myanmar (Birmania)", dijo Sidoti.
Además, en el informe se nombra a varias empresas extranjeras que venden armas, vehículos militares y tecnología militar al Ejército birmano, entre las que figuran 14 compañías estatales de China, India, Ucrania, Rusia, Israel y Corea del Norte, así como firmas privadas de Filipinas, Singapur e Israel.
En el documento también se revelan las donaciones a las Fuerzas Armadas de más de 10 millones de dólares efectuadas por 45 organizaciones y compañías birmanas en las semanas posteriores a la ola de violencia contra los rohingyas hace dos años, que sirvieron para "apoyar violaciones de derechos humanos".
Los investigadores han solicitado en varias ocasiones sanciones para disminuir la capacidad del Ejercito birmano, cuyo progreso ha sido "dolorosamente lento", en palabras de Sidoti.