Hong Kong extrema la vigilancia en los puestos fronterizos y los hospitales para evitar la expansión de la gripe aviar que ha cobrado seis víctimas en China, justo diez años después de que el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), acabara con la vida de 299 personas en la antigua colonia británica.
El inesperado brote de la gripe aviar, el H7N9, en China ha puesto a Hong Kong en jaque, justo diez primaveras después de la pesadilla que vivió la ciudad cuando el SARS se propagara en menos de dos semanas a 1.800 residentes de los que un 17 por ciento fallecieron, y pusieran casi en estado de cuarentena a esta región administrativa especial de China.
El Secretario de Salud del gobierno de Hong Kong, Ko Wing-man, explicó que el gobierno está haciendo un esfuerzo para evitar que el virus se propague a Hong Kong, intensificando las medidas de vigilancia en todos los puestos fronterizos y aumentando las pruebas aleatorias en las aves locales e importadas.
Los hospitales de la ciudad también han puesto en marcha protocolos de actuación en caso de que se diera un brote en la ciudad, disponiendo de 1.400 camas de aislamiento.
"Hay que estar preparado para el H7N9, no importa si es en las aves de corral o los seres humanos, el virus puede aparecer en Hong Kong. La posibilidad no puede ser excluida", explicó el viernes Ko Wing-man a los medios locales.La secretaria jefe del gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, manifestó una profunda preocupación por el brote
de gripe aviar en la zona oriental de China, y ha instado a la gente a prestar especial atención a la higiene personal.