El gobierno nepalí ha comenzado a vender miles de toneladas de arroz donadas para los afectados por el terremoto de hace más de un año para evitar que se pudran, ante la incapacidad para entregarlas a las familias damnificadas.
"Empezamos a vender porque hay una alta probabilidad de que el arroz se pueda estropear si se mantiene almacenado por más tiempo", dijo a EFE un portavoz de la Corporación Alimentaria de Nepal, Pawan Kumar Karki.
Bangladesh y China donaron tras el seísmo del 25 de abril del año pasado unas 10.030 toneladas de este alimento, de las que apenas 2.600 fueron entregadas a los afectados y otras 3.400 fueron enviadas a la región de Karnali, en la zona menos desarrollada de Nepal y donde escasean los alimentos, según datos de este organismo.
El grano será repartido allí mediante el sistema conocido como comida por trabajo, por el que se pagan con arroz trabajos públicos como la construcción de carreteras.
El resto de la donación seguía almacenada y el gobierno nepalí decidió sacar a la venta en Katmandú 4.459 toneladas a un precio del equivalente a 38 centavos de dólar el kilo, que reparten equipos móviles de la Corporación, explicó el portavoz.
"Esperamos recaudar unos 170 millones de rupias (cerca de mil millones de pesos chilenos) con la venta", indicó Karki.
El pasado diciembre hubo que tirar unas seis toneladas de arroz entregadas por el Programa Mundial de Alimentos, al haberse estropeado antes de que pudieran distribuirse entre los damnificados.
La semana pasada el Gobierno y el principal partido opositor nepalí acordaron agilizar el pago de ayudas a afectados, pendientes desde hace más de un año por las dificultades que está teniendo el país asiático para su reconstrucción.
Apenas unas 6.000 familias de las alrededor de 800.000 pendientes han recibido estos pagos para la reconstrucción de viviendas quince meses después del terremoto, que dejó además cerca de 9.000 muertos y unos 21.000 heridos.