El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, descartó que vaya a dimitir a pesar de la estrepitosa derrota sufrida por su partido, La Liga Musulmana-Q (PML-Q), en las elecciones generales celebradas el lunes pasado.
En declaraciones a la edición digital del estadounidense The Wall Street Journal, Musharraf dijo que lo importante ahora es seguir adelante para ayudar a la formación de un gobierno estable en Pakistán, inmerso en una espiral de violencia y muerte.
A otros medios de comunicación locales y a la prensa extranjera, Musharraf también había asegurado que apoyaría a cualquiera que fuese la formación política que ganara los comicios.
Según los datos de la Comisión Electoral, el Partido Popular de Pakistán (PPP) de la fallecida Benazir Bhutto, se convirtió en la primera fuerza del Parlamento paquistaní, aunque con una mayoría relativa que requerirá de alianzas para formar gobierno.
El viudo de Bhutto y nuevo líder del PPP, Asif Zardari, se mostró dispuesto a una alianza para gobernar, pero exigió a sus futuros socios que acepten reabrir la investigación del atentado contra su esposa. (EFE)