El hundimiento del terreno cerca de las vías del tren de alta velocidad que une el norte y el sur de Taiwán desencadenó una fuerte polémica en la isla, con exigencia de medidas drásticas.
Las vías del tren de alta velocidad pueden "colapsar en cualquier momento", dijo Chen Yun-hsiang, un miembro de la Contraloría, organismo encargado de fiscalizar las acciones del gobierno, en declaraciones difundidas este miércoles.
El hundimiento de los terrenos se debe a la excesiva extracción de agua para usos industriales y agrícolas, sobre todo en los distritos de Yunlin y Changhua, y es crítico en una zona llamada Tuku, puntualizó Chen.
Las medidas del gobierno de pedir la colaboración voluntaria de industrias y agricultores y de prohibir el bombeo de aguas para el 2015, son insuficientes, advirtió el miembro de la Contraloría.
Avertencia anteriorEn el 2010, Chen y otro miembro de la Contraloría hicieron público un informe sobre el peligro de hundimiento estructural del tren de alta velocidad en Yunlin y Changhua, y consideran que las acciones del gobierno ante el problema son "demasiado pasivas".
"Se debe prohibir ya y totalmente el bombeo de agua", declaró Chen.
El Ministro de Obras Públicas de Taiwán, Lee Hong-yuan, también expresó su preocupación ante el problema y dio diez años de vida al tren, si no se toman medidas efectivas.
"Se está recortando la vida del tren de alta velocidad a no más de 10 años", dijo Lee, en referencia al exceso de bombeo de agua y consiguiente hundimiento del terreno.
El tren de alta velocidad de Taiwán comenzó a construirse en el 2000, recorre 345 kilómetros entre las dos principales ciudades de Taiwán -Taipei, al norte, y Kaohsiung, al sur-, y comenzó a funcionar el 5 de enero del 2007.