Barco llegó a Bolivia y fue aplaudido por los empresarios locales
El barco María José, llegó a este puerto privado fluvial con una capacidad de carga del equivalente a 84 contenedores
El barco María José, llegó a este puerto privado fluvial con una capacidad de carga del equivalente a 84 contenedores
Llegó el primer barco de carga para exportar mercancías desde Bolivia por la hidrovía Paraguay-Paraná hacia el Atlántico, la que fue calificada de "histórica" por el empresariado del país, que busca reducir la dependencia de puertos chilenos.
"Es un día histórico", aseguró el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, con motivo del arribo de este primer buque a Puerto Jennefer, en la cabecera de la hidrovía en Bolivia.
El barco María José, de la empresa naviera Líneas Panchita de Paraguay, llegó a este puerto privado con una capacidad de carga del equivalente a 84 contenedores, explicó el gerente en una declaración a los medios.
Los contenedores arribaron vacíos para ser llenados con carga de exportación, en concreto, cemento para Paraguay y madera para China, detalló Rodríguez.
El gerente de este instituto privado destacó que la llegada del barco "demuestra la viabilidad" del sistema fluvial del canal Tamengo, en la frontera entre Bolivia y Brasil, para a través de esta vía dar salida a Bolivia al Atlántico.
Al respecto, recordó que a finales del año pasado el presidente de Bolivia, Evo Morales, entregó las certificaciones como puertos internacionales a tres terminales de carga privadas en la hidrovía, entre ellas Puerto Jennefer.
Esta certificación abrió la posibilidad a través de estos puertos de reducir la dependencia de Bolivia de la salida al mar por el Pacífico en Chile, reteniendo unos ingresos, empleos e inversiones que ahora quedan para los chilenos, según Rodríguez.
El responsable del IBCE señaló que solo en el dragado del canal para facilitar el paso de estos buques, ya que antes solo era navegable para barcazas de menor carga, empresarios privados invirtieron unos diez millones de dólares.
Esta vía fluvial compartida por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay es una de las apuestas del Gobierno boliviano tras la sentencia adversa el año pasado de la corte de La Haya en su demanda ante Chile de un acceso soberano al mar.