El presidente de Bolivia, Evo Morales, planteó este miércoles una actuación conjunta de la Policía y el Ejército para reforzar la lucha contra el contrabando, tras el reciente asalto en la frontera con Chile.
Evo Morales, en un acto ante mandos policiales y militares, hizo alusión al asalto con dinamita el pasado lunes en un puesto fronterizo del oeste del país por parte de supuestos contrabandistas, que recuperaron un camión incautado en la aduana.
"Lamentablemente no estamos tan bien en tema del contrabando y ese es nuestro desafío", sentenció en su discurso.
Morales abogó porque las Fuerzas Armadas y de Seguridad del país definan en una reunión conjunta "un programa de acciones, de misiones de ambas instituciones para enfrentar el contrabando".
El mandatario advirtió a los contrabandistas de que el Estado boliviano no cederá en la lucha contra su actividad ilícita, que calificó de "sangría económica" para el país.
Al respecto, subrayó que el contrabando resta un punto al crecimiento económico de Bolivia, que sin este comercio ilegal crecería al 5 por ciento anual en vez del 4 por ciento.
"El contrabando hace mucho daño a la economía nacional", recalcó, para reclamar que la responsabilidad en combatirlo no es solo de la Policía ni de las Fuerzas Armadas.
En este sentido, demandó que "también son las comunidades, los dirigentes, los alcaldes", quienes deben colaborar.
El presidente apuntó que "algunos se aprovechan" de sus puestos, pero "ningún comandante puede ser influenciado" en la Policía o el Ejército en su combate contra el comercio ilícito.
Morales presidió en el Palacio de Gobierno en La Paz la toma de posesión del nuevo comandante general de la Policía Boliviana, Faustino Alfonso Mendoza.
Bolivia cuenta con tres campamentos móviles de lucha contra el contrabando en sus fronteras con Brasil y Chile, de los al menos ocho que tiene previsto instalar la Aduana Nacional con apoyo del Ejército boliviano.