La Iglesia católica de Bolivia anunció este lunes que los centros de salud bajo su dependencia no harán abortos, una vez que se promulgue el nuevo Código del Sistema Penal que proyecta la ampliación de las causales legales de esa práctica.
"Los centros de salud de la iglesia no van a practicar abortos", ratificó en conferencia de prensa el secretario adjunto a la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), José Fuentes.
Enfatizó que no van a "negociar los principios" de la Iglesia ni prestarse a "ningún tipo de chantaje" porque la posición de la institución es la defensa de la vida desde la concepción.
El proyecto del nuevo código, que aún se trata en el Parlamento, plantea que durante las primeras ocho semanas de gestación una mujer podrá acogerse al aborto impune "cuando tenga a su cargo personas adultas mayores, con discapacidad u otros menores consanguíneos o no", o si es estudiante, niña o adolescente.
La interrupción del embarazo tampoco será punible cuando se prevengan riesgos de salud para la mujer, malformaciones fetales incompatibles con la vida y en casos de violación o incesto.
El secretario general de la CEB, monseñor Aurelio Pesoa, sostuvo que la iglesia actuará pensando en los intereses de todos y no como un "sindicato" para defender solo una visión sectorial.
El debate parlamentario para ampliar las causales de la interrupción del embarazo ha ocasionado los reclamos de grupos de corte principalmente religioso que se han manifestado en contra arguyendo que se atenta contra la familia.
En cambio, las autoridades defienden la necesidad de la normativa con el argumento de que cada día se practican en Bolivia alrededor de 185 abortos y de que al año 67.000 mujeres acuden a servicios de salud por complicaciones producto de interrupciones del embarazo mal realizadas.