El jefe de Estado altiplánico criticó la postura de cinco departamentos, que rechazan una política de pago de bonos de vejez a cuenta de ganancias petroleras locales.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ratificó las críticas de su Gobierno a los cinco prefectos opositores que hicieron un llamado a la "desobediencia civil" y reiteró que cometieron un acto de "sedición".
"Estaba viendo en los periódicos: desacato, desobediencia civil, dicen algunos prefectos. Es una sedición, no están respetando la norma", dijo Morales durante un acto en la localidad de Villazón, fronteriza con Argentina, según la estatal Agencia Boliviana de Información.
El mandatario enfatizó que él mismo tiene "divergencias" con algunas normas, pero ha jurado "hacer respetar la Constitución Política del Estado y la ley".
Los gobernadores de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Cochabamba, opositores a Morales, llamaron el pasado lunes a la "desobediencia civil" para que el Ejecutivo retire su plan de pagar un bono a la vejez con parte de las rentas petroleras que actualmente reciben los departamentos.
Horas antes, también el portavoz de Morales, Alex Contreras, había calificado como "sediciosos" a los prefectos de cinco de los nueve departamentos del país, al afirmar que están "buscando enfrentamientos y confrontación entre bolivianos".
Además, el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, acusó a los prefectos de cometer delitos "al llamar a la sedición y a la subversión" y anticipó que el Gobierno está evaluando iniciar una acción legal contra ellos. (EFE)
