La población boliviana de Huanuni veló este sábado a los mineros muertos en un enfrentamiento por el control de una mina de estaño, mientras el presidente, Evo Morales, busca cómo superar esta crisis, la más grave en sus ocho meses al frente del Gobierno.
El enfrentamiento a tiros y con el lanzamiento de dinamita registrado los días jueves y viernes, en medio de una lucha por el control del rico yacimiento, entre mineros dependientes del Estado y cooperativistas dejó 16 muertos y 61 heridos, según datos oficiales.
Los dirigentes de ambos bandos anunciaron este sábado que no enterrarán a sus muertos en el cementerio de la pequeña localidad de Huanuni mientras La Paz no dé una atención inmediata a las víctimas y a los huérfanos.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, exhortó a las partes a enterrar a los muertos y se comprometió a que todas las familias "que han perdido a sus seres queridos tendrán una atención inmediata" de parte del Gobierno.
Las víctimas están entre los obreros de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y de la rival Federación de Cooperativas Mineras, una asociación de pequeños empresarios, grupos que se disputan la mina Huanuni, del cerro Posokoni, que tiene reservas de un millón de toneladas de estaño.
Según Quintana, la atención a los familiares de las víctimas se iniciará con la creación de una red de protección social para los huérfanos y las viudas, y un plan para crear fuentes de trabajo en ese lugar donde hay una gran pobreza.
Los testimonios en el lugar también dan cuenta de que las familias de Huanuni quedaron destrozadas y divididas, incluidos casos de padres que pertenecen al sindicato de Comibol y los hijos están afiliados a las cooperativas.
El incidente es la peor crisis social ocurrida en los más de ocho meses de gestión de Morales y ha provocado la destitución del ministro de Minería, Walter Villarroel, ex presidente de los cooperativistas mineros, que eran aliados estratégicos del Ejecutivo hasta el viernes.
Morales cambió a Villarroel por José Guillermo Dalence, ex miembro de los trabajadores de la Comibol, lo cual ha provocado que el sector de los cooperativistas anuncie la ruptura de su alianza con el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales.
"No respetó nuestro dolor y nos hizo ver como los culpables del enfrentamiento", dijo el presidente de las cooperativas, Paulino Huarachi, cuyo sector tiene decenas de miles de afiliados. (EFE)