El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este martes un nuevo decreto de indulto y amnistía para reos procesados o condenados por delitos menores, el sexto de su gobierno desde 2012 y que beneficiará a algo más de 2.700 personas.
En una declaración a los medios en La Paz, el mandatario informó que el decreto fue analizado esta mañana en la reunión semanal con su Consejo de Ministros y será enviado al Parlamento para su aprobación en esa instancia, controlada por el partido oficialista.
Morales explicó que la amnistía se concederá a personas con detención preventiva o medidas sustitutivas y que tengan penas iguales o menores a cinco años, o superiores a ocho pero siempre que haya de por medio un acuerdo con la víctima.
Los indultos parciales se otorgarán a reos con sentencia en firme y permitirán reducciones de la tercera y cuarta parte de la condena, o hasta de dos años si la pena es igual o mayor a seis, según cada caso.
El indulto total se aplicará a menores de 28 años, varones mayores de 58 y mujeres mayores de 55 que hayan cumplido la cuarta parte de su sentencia, y a mayores de 65 años con penas iguales o mayores a 10 años, entre otros casos.
Las personas con grados de discapacidad grave y muy grave, o con enfermedades terminales, los mayores de 65 años, las mujeres con más de veinte semanas de gestación y quienes tengan a su cargo a niños menores de seis años también se beneficiarán de estas medidas.
El beneficio no se otorgará a los presos reincidentes o que hayan cometido delitos contra la seguridad interna y externa del Estado, contra la vida, la libertad sexual, casos de narcotráfico con condenas superiores a los diez años, corrupción, terrorismo, genocidio, contrabando, robo agravado, secuestro y estafa.
También quedan al margen quienes sean enjuiciados en procesos en los que el Estado sea parte acusadora, o en cuyos casos las leyes vigentes no admitan indulto, así como los reclusos que ya se hubieran beneficiado de anteriores amnistías.
Los recintos penitenciarios bolivianos presentan problemas de conflictividad y hacinamiento debido, entre otros factores, a que la mayoría de los reos está en prisión preventiva sin sentencia y sus casos sufren retraso.
En las cárceles hay 17.946 reclusos, de los que 5.409 tienen sentencia y 12.537 están detenidos preventivamente, según datos a noviembre de 2017 difundidos por el propio presidente Morales.
Los cinco decretos de amnistía e indulto aprobados entre 2012 y 2016 beneficiaron a 5.789 personas y con la nueva disposición se calcula "que los beneficiarios sean 2.735 personas", agregó.