Evo Morales aseguró que "Chile vive del contrabando" y aprovecha este comercio ilícito para dañar a la economía boliviana.
"Este país (Chile) vive del contrabando, (que) nos afecta bastante. Históricamente nunca Chile ha querido que Bolivia se desarrolle económicamente", aseguró el mandatario en la inauguración de un último tramo en la carretera Turco-Cosapa, en el departamento oriental de Oruro, fronterizo con nuestro país.
Morales precisó -como lo ha hecho en otras ocasiones- que se refiere "no al pueblo chileno", sino "a la oligarquía chilena", a "esos grandes ricachones".
En este sentido, añadió que "los apellidos" de la época en que Bolivia perdió su salida al mar, a finales del siglo XIX, "siguen dueños de los medios de comunicación y de tantas empresas" en Chile.
El jefe de Estado reiteró que a esos oligarcas chilenos "no les gusta" el progreso de Bolivia y "aprovechan el contrabando para dañarnos económicamente".
Al respecto, recalcó que su país combatirá este comercio ilegal "para seguir creciendo", porque "la lucha contra el contrabando no sólo es una lucha contra el contrabando, es una lucha contra la agresión económica de Chile", aseveró.
Bolivia mantiene acuerdos de coordinación del control fronterizo, que incluyen la lucha contra el contrabando, con países vecinos como Chile, en cuya frontera desarrolla un plan de puesta en marcha de campamentos móviles del Ejército y la Aduana Nacional boliviana para combatir el comercio ilegal.
Evo Morales denuncia que el contrabando resta un punto al crecimiento económico de Bolivia, que sin este comercio ilegal alcanzaría el 5 por ciento anual en vez del 4 por ciento.