El presidente de Bolivia, Evo Morales, reveló este viernes que una reciente investigación estableció que nunca existió un hijo suyo y de su ex pareja Gabriela Zapata, después de haber señalado -en febrero de este año- que un niño sí había nacido, pero muerto poco después.
"Yo recién empecé a investigar. Soy sincero. No es que el niño ha muerto, no había habido el niño", dijo Morales durante un encuentro con adherentes en la región andina de Potosí.
Morales dijo haber estado seguro en el pasado de que el menor había muerto tras nacer, pero ahora enfatizó que está convencido de que el pequeño nunca existió.
Zapata, quien está en prisión desde febrero acusada de varios delitos económicos, insistió durante mucho tiempo en que el hijo que tuvo con Morales en 2007 sí estaba con vida, aunque después afirmó que el menor murió a los dos años, como sostenía el gobernante.
Morales volvió hoy a hablar del tema al reiterar que el escándalo sobre el supuesto hijo provocó que en febrero pasado fracasara en el referendo que buscaba cambiar la Constitución para permitirle buscar un cuarto mandato en los comicios del 2019.
Evo dijo que la derecha "usó a una mujer y a un niño" con mentiras para lanzar sus ataques debido a que no puede "tumbarlo" en política ni criticar su gestión económica.
La teleserie
Según las declaraciones que Zapata hizo ante los fiscales, el niño nació el 30 de abril de 2007 y murió el 2 de octubre de 2009. Morales firmó un reconocimiento legal del menor, pero con la gestión de intermediarios y sin haber comprobado su existencia, según las investigaciones del caso.
El enredo sobre el supuesto niño de Morales y Zapata fue tal que autoridades del Gobierno, en su intento de defender a Morales de las críticas, decían que sí conoció al niño y luego que todo era falso.
Zapata es también objeto de una investigación por haber presentado ante una jueza a un menor de cinco años asegurando que se trataba del hijo del mandatario, lo cual resultó una falsedad.
El caso provocó también una investigación sobre denuncias de un supuesto tráfico de influencias a favor de la empresa china Camce, en la que trabajaba Zapata, pero el Parlamento, de mayoría oficialista, dijo que en ese tema no había irregularidades, ni responsabilidades de parte del mandatario.