El presidente de Bolivia, Evo Morales, participó este domingo en unos rituales indígenas para pedir lluvias en un pueblo del altiplano cerca de La Paz, en medio de una crisis por racionamientos de agua debido a la sequía.
Tras una ceremonia con bailes organizada por una comunidad aimara, Morales dijo que en buena hora ya había llovido antes de su arribo, por lo que los rituales fueron "para seguir haciendo llover para toda Bolivia".
El mandatario expresó que estas ceremonias siempre fueron parte de la vida de las comunidades indígenas y que siendo niño y adolescente quedaba sorprendido por la llegada de las lluvias.
"Ojalá llueva", pidió el mandatario, para después lamentar que sectores "de la derecha" le culpen a él por la falta de lluvias y de que se hayan secado varias lagunas andinas.
Poco después de los rituales en los que participó el gobernante, comenzó a llover en la capital boliviana, aunque el evento estaba pronosticado por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología.
La sequía que golpea Bolivia han provocado racionamientos de agua sobre todo en La Paz y en El Alto, ciudades vecinas donde viven cerca de dos millones de personas.
Según cálculos iniciales, alrededor de 350.000 paceños, un tercio de la población de la capital, está afectada por los racionamientos, aunque esa cifra corresponde solo a los 94 barrios citados y falta sumarle el nuevo número de damnificados que aún se desconoce.