Morales aseguró que le cuesta habituarse a ser jefe de Estado
Al cumplirse un año desde que fue electo, el líder de origen indígena aseveró que aún no se cree mandatario del país altiplánico, aunque piensa que se quedará "por varios años".
Al cumplirse un año desde que fue electo, el líder de origen indígena aseveró que aún no se cree mandatario del país altiplánico, aunque piensa que se quedará "por varios años".
El presidente de Bolivia, Evo Morales, confesó que le cuesta habituarse a sus labores como jefe de Estado y que aún se siente dirigente campesino a 12 meses desde su elección.
"Yo mismo todavía no puedo creer. Todavía me siento presidente de las seis federaciones" de productores de la coca del Chapare, dijo Morales en un discurso ante varios líderes sindicales, con quienes celebró el primer aniversario de su triunfo electoral.
El 18 de diciembre del 2005, Morales ganó los comicios de Bolivia con el 53,7 por ciento de los sufragios, la mayor votación obtenida por un candidato en las últimas décadas, con lo que desplazó a rivales de los partidos tradicionales.
"Cuando todavía hacíamos la campaña no creía lo que es ser político", porque este personaje "es visto como maleante, como corrupto", dijo Morales en un amplio discurso ante sus invitados en el Palacio de Gobierno a donde acudieron para ratificarle su respaldo.
El presidente boliviano, que tomó posesión del cargo el 22 de enero, nació hace 47 años en una humilde comunidad de la etnia aimara del departamento andino de Oruro.
En su discurso, Morales reveló que horas después de ser designado candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS), renunció a la postulación presidencial antes de los comicios porque supuso que "prefería desde el sindicalismo defender los derechos" de sus compañeros.
Medio en serio, medio en broma, Morales dijo que "algunos sectores (contrarios) decían antes ese indiecito no va a poder (gobernar), pero ahora dicen que parece que ese indiecito se va a quedar por varios años" en el Gobierno.
También desvirtuó las insinuaciones que lanzaron sus opositores sobre una inminente eliminación del respaldo externo si ganaba, hechas en la campaña electoral, con lo que -aseguró- hoy es "un gran interés de la comunidad internacional en apoyar, pero ya no bajo condicionamiento", como antes.
"Siento que, de verdad, hemos empezado a dignificar Bolivia", en las relaciones con los organismos internacionales y los otros gobiernos, agregó el mandatario.
Ratificó su crítica a los medios de comunicación, sobre una presunta intención de perjudicarlo con lo que dijo fueron falsas informaciones de corrida de depósitos bancarios o en la supuesta intención de cerrar los colegios privados.
El presidente boliviano volvió a acusar a algunos grupos opositores por resistir su proyecto de introducir drásticos cambios en la estructura estatal, a través de una nueva carta magna en la Asamblea Constituyente.
"Tienen miedo", resumió pero ratificó que la obtención de "bienes malhabidos deben ser investigados y deben ser recuperados para el pueblo boliviano".
Con el cálido aplauso de un centenar de seguidores que llegaron hasta el Palacio de Gobierno, Morales precisó que "este movimiento es imparable, con Evo o sin Evo".
Por mandato constitucional, Morales hará el próximo 22 de enero un balance ante el Congreso Nacional del primero de sus cinco años de gestión gubernamental. (EFE)