La zona que pretenden liberar tiene a Chile como frontera.
Los "ayllus" aun no devuelven los cuerpos de los cuatro policías asesinados.
Indígenas del suroeste boliviano que lincharon a cuatro policías hace casi dos semanas reclamaron que se declare su región, fronteriza con Chile, como zona de contrabando libre, informaron este jueves medios locales.
Los "ayllus guerreros" (clanes indígenas) del departamento de Potosí reivindicaron la declaración de su región como "zona roja", lo que significa libertad total para que circulen mercancías de contrabando provenientes de territorio chileno, sin que la policía o la fiscalía pueda intervenir.
Asimismo, tras un cabildo campesino presentaron un documento en el que además se plantea "la aplicación y el respeto a la justicia comunitaria".
Según el periódico La Prensa, los indígenas se reunirán de nuevo este jueves para debatir si devuelven los cadáveres de los cuatro policías linchados en la región, algo a lo que hasta el momento se han negado pese a las súplicas del Gobierno.
Los indígenas aseguraron haber aplicado en los agentes la "justicia comunitaria", acusándolos del asesinato de un taxista y de extorsionar a los campesinos.
El lunes, dos ministros del Gobierno de Evo Morales viajaron a la localidad de Uncía, pueblo del norte de Potosí, para pactar la entrega de los cadáveres, pero regresaron a La Paz con las manos vacías.
Los indígenas exhortaron a las autoridades a no investigar el caso para que se pudiera dialogar sobre la devolución de los cuerpos, algo a lo que el Gobierno se niega.
"No va a existir ningún tipo de indulto ni amnistía. Cualquier crimen de esta naturaleza tiene que ser investigado, y los responsables procesados y sancionados. Es absolutamente innegociable", declaró el miércoles el ministro de Gobierno (Interior), Sacha Llorenti.
