El gobierno boliviano decidió sacar a miembros de las Fuerzas Armadas a patrullar las calles ante la ausencia de los policías, que están amotinados desde el pasado jueves para reclamar una mejora salarial, según informó el ministerio de Defensa.
Un comunicado de esa institución señaló que las Fuerzas Armadas reforzarán las labores de seguridad en diversas ciudades "con el fin de precautelar el bienestar y la seguridad de la población".
Según la misma fuente, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, anunció que la Policía Militar ha redoblado el personal que patrulla en las principales ciudades del país para evitar "desmanes" contra la propiedad privada y excesos en el consumo de bebidas alcohólicas por las fiestas de San Juan.
"Para este cometido, la entidad castrense incrementó en un 25 por ciento el número de efectivos militares destinado al apoyo de seguridad ciudadana; asimismo, se redoblaran las zonas de responsabilidad y resguardo en el territorio boliviano", agrega la nota.
Los policías de bajo rango se mantienen amotinados en diversas ciudades bolivianas para exigir al presidente Evo Morales que su escala salarial sea similar a la de las Fuerzas Armadas.
Los agentes policiales aseguran que ganan 178 dólares al mes, mientras que un militar de igual nivel recibe el doble.
La protesta policial se agravó cuando centenares de agentes saquearon el edificio donde funciona la Inteligencia y el Tribunal Disciplinario de la Policía e Interpol y quemaron sus archivos.