Bolivia vota la Constitución "refundacional" de Evo Morales

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Autor: Cooperativa.cl

La Carta Magna aboga por impulsar una economía "estatista".

Aborda temas como el centralismo, la religión oficial y la demanda marítima.

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Morales saluda a sus partidarios en un acto.

Más de 3,8 millones de bolivianos están llamados a las urnas este domingo para decidir si dotan o no de una nueva Constitución que propone un Estado plurinacional, autonómico y de economía "estatista".

Como le gusta repetir al presidente Evo Morales, será la primera vez en la historia de Bolivia que un texto constitucional se somete "al voto del pueblo".

Desde que el propio Simón Bolívar, en 1825, promulgara la primera Carta Magna del país, Bolivia ha tenido quince textos constitucionales.

La nueva Constitución impulsada por Evo Morales propone una "refundación" de Bolivia inspirada en los principios de unidad e igualdad, pero con la vocación de integrar la diversidad étnica, cultural y territorial que caracteriza al país.
 

Contenidos de la propuesta

Orientado a la integración de los pueblos indígenas o "naciones originarias", el texto garantiza "su libre determinación en el marco de la unidad del Estado" y les asegura representación en instituciones como la Asamblea Legislativa Plurinacional (que sustituirá al actual Congreso) o en el Tribunal Constitucional.

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Manifestación por el "sí" a la propuesta.

También se recoge la demanda autonómica de varios departamentos del país, aunque no en el grado que reivindican los opositores regionales a Morales, que han sido los más firmes defensores del "no" a este texto durante la campaña del referendo.

El proyecto establece cuatro niveles de autonomía: departamental (con 36 competencias exclusivas), regional, municipal e indígena, y obliga a la aprobación de una Ley de Autonomías y Descentralización que regulará la elaboración de los distintos estatutos autonómicos.

En materia económica, el Estado se convierte en el "actor central" de un modelo donde todas las formas de organización económica tienen la obligación de generar "trabajo digno" y contribuir a la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza.

Con esta Constitución, los recursos naturales, incluidos los hidrocarburos, "son propiedad del pueblo boliviano y el Estado los administrará en función de interés colectivo", por lo que se asumirá la dirección sobre la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los recursos estratégicos.

Una de las "virtudes" del proyecto -reconocida hasta por algunos de sus detractores- es su amplia carta de derechos fundamentales, civiles, políticos, sociales y económicos.

También se garantiza el derecho a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado y, entre otros, se prohíbe en territorio boliviano el ingreso, tránsito y depósito de residuos nucleares y desechos tóxicos.
 

Novedades del texto

La propuesta incluye novedades respecto a anteriores constituciones en cuestiones como la religión, de manera que la católica deja de tener la consideración de culto oficial del país.

Asimismo, se recoge la llamada "demanda marítima" donde el Estado boliviano "declara su derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le de acceso al Océano Pacífico y su espacio marítimo", en relación al litoral que perdió en la Guerra del Pacífico con Chile, a finales del siglo XIX.

Otra de las novedades es que Bolivia se declara un Estado pacifista y prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en su territorio.

Y la coca, la hoja sagrada del mundo altiplánico, también tiene su sitio en la nueva Constitución, ya que el Estado debe protegerla como "patrimonio cultural" y "factor de cohesión social", según un artículo que recuerda que "en su estado natural no es estupefaciente".

El presidente indígena y su Gobierno iniciaron la campaña por la nueva Constitución con un elevado optimismo, que les llevó a predecir hasta un 90 por ciento de respaldo a la nueva Carta Magna.

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Canpaña por el "no".

Sin embargo, en la recta final hacia el referendo, el presidente se mostró más cauteloso y pidió a sus bases que no se confiaran y siguieran trabajando para lograr más votos.

En La Paz, apenas se ha podido sentir la campaña por el "no", si bien en los últimos días militantes del derechista Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) han organizado actos en los que han repartido volantes llamando a rechazar el proyecto.

Entre los personajes más destacados que han anunciado su opción por el "no" están el ex presidente Carlos Mesa y, desde posiciones izquierdistas, la ex constituyente oficialista Loyola Guzmán, antigua compañera de armas del guerrillero Ernesto "Che" Guevara.

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