El gobierno de Bolivia reiteró este miércoles, en la víspera del Día del Mar, que "siempre" mantendrá su reclamo por un acceso soberano marítimo y que insistirá en el diálogo con Chile para solucionar la que considera es todavía una "herida" regional.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, dijo que Bolivia "siempre" demandará un acceso al mar "en el marco de las relaciones con países hermanos" y que el asunto es una "herida" en la región sudamericana.
En esta jornada comenzaron los actos previos al Día del Mar en Bolivia con el traslado de los restos del prócer Eduardo Abaroa desde la basílica de San Francisco, en el centro de la ciudad de La Paz, hasta la plaza que lleva su nombre.
La ministra de la Presidencia señaló que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 2018 "no ha puesto punto final" a la reivindicación boliviana y que más bien "exhorta" a que Bolivia y Chile dialoguen y que eso es lo que el país ahora está buscando.
La CIJ sentenció que Chile no tiene una obligación de negociar a favor de Bolivia una salida al mar por una demanda que ese país presentó en 2013.
El presidente en ejercicio, David Choquehuanca, presidió el desfile ante la ausencia del mandatario boliviano, Luis Arce, quien participa en la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas en Nueva York. A lo largo del recorrido, las bandas militares entonaron canciones e himnos patrióticos que hacen referencia a la reivindicación marítima boliviana.
Para este jueves está previsto que el presidente Arce participe de los actos oficiales por el Día del Mar y dirija un mensaje al país.
Durante los más de dos años del gobierno de Arce, a diferencia de la gestión del entonces presidente Evo Morales, ambos del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), el tema marítimo se ha manejado de una forma más discreta.
Bolivia conmemora el Día del Mar cada 23 de marzo porque en esa fecha, en 1879, se produjo la primera resistencia del país ante lo que las autoridades bolivianas califican de invasión por parte de las tropas chilenas, que comenzó el 14 de febrero de ese mismo año.
Bolivia perdió en la guerra del Pacífico unos 400 kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.