El presidente Evo Morales criticó al Gobierno chileno y advirtió una posible actitud de "celos" como explicación para la negación de visas a los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados de Bolivia, José Alberto Gonzales y Gabriela Montaño.
"No sé cuál es la furia de algunas autoridades de Chile contra Bolivia, contra el Estado, contra el pueblo, no entiendo... A lo mejor hay muchos celos por el crecimiento económico (boliviano)", expresó Morales en una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno.
"Hasta Estados Unidos nos da visa, menos Chile", alegó Morales, acusando una "agresión" por parte de Chile por esta negación de visa a las autoridades paceñas, que pretendían visitar en Iquique a sus nueve compatriotas detenidos desde marzo pasado.
Cabe recordar que el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet decidió en agosto de 2016 retirar las visas diplomáticas a las autoridades bolivianas tras una polémica y mediática visita del entonces canciller David Choquehuanca a varios puertos del norte chileno.
Respecto a la decisión de su gobierno de movilizar un grupo de élite de las Fuerzas Armadas hacia la frontera con Chile para combatir el contrabando, el mandatario boliviano defendió la medida indicando que "es nuestra obligación movilizar (tropas) para luchar contra el contrabando".
"Eso no es ninguna agresión a Chile. Si bien es importante movilizar algunas de nuestras fuerzas, va a ser contra el contrabando, no contra el pueblo chileno, menos contra el Gobierno chileno", aseveró.
Pidió al papa interceder por detenidos en Chile
Además, Morales destacó el envío de una carta al papa Francisco para pedir una mediación que logre la liberación de los siete funcionarios aduaneros y dos militares bolivianos detenidos en Chile desde el 19 de marzo.
"A nombre del pueblo y del gobierno de Bolivia, le ruego interponer sus buenos oficios para la pronta solución de este caso, que en justicia debe concluir con la liberación de los nueve ciudadanos bolivianos", dice la misiva.
El mandatario consideró que se trata de "un caso de profundo dolor y preocupación para Bolivia, derivado de una arbitraria detención y enjuiciamiento por parte de Chile".
"Consideramos esencial el envío de un delegado pontificio de la Santa Sede que verifique en Iquique, Chile, el estado de situación de los nueve detenidos y el resguardo de sus derechos humanos", continúa la misiva del mandatario dirigida al pontífice.
Las autoridades bolivianas defienden que sus funcionarios fueron detenidos en su propio territorio cuando hacían una operación para reprimir el contrabando, mientras que en Chile se los acusa de haber cruzado la frontera para intentar robar camiones con mercadería.