Las autoridades de por lo menos seis ciudades brasileñas anunciaron la reducción de las tarifas de transporte público tras las manifestaciones de la víspera contra la subida de los pasajes de autobús que movilizaron a cerca de 250.000 personas en una veintena de municipios.
Las autoridades de Recife, Joao Pessoa, Porto Alegre, Cuiabá, Blumenau y Montes Claros anunciaron que reducirán las tarifas, en tanto que el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, informó que se reunirá este mismo martes con representantes de los manifestantes para discutir sus reivindicaciones.
El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, que inicialmente había manifestado la imposibilidad de reducir los pasajes en la mayor ciudad de Brasil, aseguró posteriormente que revisará las cifras para buscar alternativas.
Los anuncios de reducción de pasajes son los primeros resultados directos de las manifestaciones que sacudieron la víspera a todo el país y que fueron convocadas en las redes sociales por movimientos sociales que alegan no ser representados por ningún partido.
Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas de transporte público, pero el lunes se extendieron a varias ciudades y con otras reivindicaciones, como mayores inversiones en la salud y la educación pública, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.
Los manifestantes volvieron este martes a las calles en Sao Paulo y São Gonçalo, en la región metropolitana de Rio de Janeiro, y el próximo jueves están previstas marchas en numerosas ciudades, como el propio Río de Janeiro, Recife y Joao Pessoa.
Los anuncios de las autoridades coinciden con la divulgación de una encuesta según la cual el 94 por ciento de brasileños considera que las manifestaciones son legítimas y se justifican.
El sondeo realizado por el Instituto Ibope mediante consultas a internautas mostró que el 72 por ciento respalda las protestas y un 60 por ciento considera que las marchas proseguirán hasta que los precios de los pasajes sean reducidos.
La presidenta Dilma Rousseff defendió este martes la "legitimidad" de las protestas, afirmó que "hoy Brasil se despertó más fuerte" y dijo que "la voz de la calle debe ser escuchada", pues supone "un mensaje directo a los gobernantes".