La Policía Federal brasileña desarticuló este viernes un "grupo de exterminio" que actuaba en el estado de Goiás, en el centro del país, que incluía entre sus miembros a altos oficiales policiales y al que se le atribuyen cerca de 100 homicidios, informaron fuentes oficiales.
La banda fue blanco esta jornada de una ostentosa operación realizada por 140 agentes federales en tres ciudades de Goiás, incluyendo la capital Goiania, en las que cumplieron tres órdenes de prisión y otras 17 para llevar a los sospechosos a prestar testimonio en comisarías.
Entre los investigados figuran miembros del actual comando de la Policía Militarizada en ese estado y ex secretarios regionales de Seguridad Pública que la Policía Federal no identificó en su comunicado, donde se informó, además, que uno de los oficiales que tuvo que declarar es el jefe del Comando de Vigilancia de la Capital, teniente coronel Ricardo Rocha.
La operación de este viernes es un desdoblamiento de una realizada en 2011, cuando fueron arrestados 19 policías acusados de integrar un grupo criminal, entre ellos el subcomandante general de la Policía Militarizada de Goiás.
Las investigaciones permitieron establecer que la banda estaba vinculada con al menos dos muertes y dos desapariciones ocurridas en Goiás en 2010, pero la Policía sospecha que puede ser la responsable de al menos un centenar de homicidios.
Rocha fue uno de los policías detenidos en 2011 pero fue absuelto en un juicio realizado en 2014 en el que era acusado de un asesinato ocurrido en 2001.
De acuerdo con el comunicado de la Policía Federal, el grupo desarticulado tenía como principal actividad la "práctica habitual de homicidios", cuyas víctimas, entre las que se encuentran "niños, adolescentes y mujeres sin cualquier relación con prácticas criminales", eran falsamente presentadas como delincuentes muertos en enfrentamientos con policías.
Según la nota, algunos de los crímenes fueron practicados cuando los integrantes de la banda estaban en servicio y usando automóviles de la corporación, pero de forma clandestina y sin aparentes motivos.
La Policía Federal acusa, también, a dos ex secretarios de Seguridad Pública de Goiás de estimular la actuación del grupo mediante la promoción de los policías involucrados en los crímenes.
