El Consejo Administrativo de Defensa Económico (CADE), órgano vinculado al Ministerio de Hacienda y que combate a los monopolios en Brasil, informó que la constructora Odebrecht confesó y aportó pruebas de la colusión de a lo menos 22 empresas de sector para manipular licitaciones de obras públicas en Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país.
El cartel operó entre 2008 y 2015 y sus miembros se adjudicaron contratos por unos 10.000 millones de reales (más de 3.000 millones de dólares o 1,88 billones de pesos chilenos).
Odebrecht entregó "evidencias de conductas anticompetitivas consistentes en acuerdos para la fijación de precios, condiciones comerciales y ventajas en licitaciones; distribución de mercados entre competidores e intercambio de informaciones sensibles para frustrar el carácter competitivo de las licitaciones", detalló el CADE.
Los ejecutivos de las compañías se reunían para repartirse las distintas adjudicaciones y fijar precios y condiciones, evitando así la competencia para el acceso a los contratos públicos.
Según la confesión de Odebrecht, otras de las constructoras involucradas en el cartel fueron Andrade Gutierrez, Camargo Correa, OAS y Queiroz Galvao, que figuran entre las principales implicadas en los desvíos de platas de Petrobras.
Entre las obras de las que posiblemente fueron desviados recursos figuran las líneas de metro de las ciudades de Fortaleza, Salvador, Río de Janeiro, Brasilia, Porto Alegre, Belo Horizonte, Curitiba y cuatro líneas del metro de Sao Paulo.
Otro cartel
Las mismas cinco constructoras son blanco de otra investigación abierta la víspera por el CADE con base en informaciones y pruebas ofrecidas por Camargo Correa, que confesó su participación en un cartel que se distribuyó ilegalmente 21 licitaciones entre 1998 y 2014 para la construcción de líneas de metro y monorraíl en ocho estados de Brasil.
Los ejecutivos de Camargo Correa han dicho que el período de mayor actuación del cartel fue entre 2008 y 2014, debido a que en esta época el Gobierno puso en marcha un ambicioso proyecto para la construcción de infraestructuras y fueron contratadas diferentes obras para el Mundial de Fútbol de Brasil en 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
Odebrecht, la mayor constructora de Brasil, colabora en diferentes investigaciones sobre corrupción en varios países tras haber admitido su participación en la gigantesca red que desvió recursos de la petrolera estatal Petrobras por al menos una década. Las denuncias podrían costarle el puesto al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.