Candidatos a Presidencia de Brasil evitaron el confronte en último debate

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Autor: Cooperativa.cl

La oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra prefirieron cuestionar a los otros abanderados.

Los sondeos dan una clara ventaja a Rousseff de cara a la elección del próximo domingo.

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Los principales candidatos a la Presidencia de Brasil, la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra, evitaron el enfrentamiento directo en el último debate televisado antes de las elecciones del próximo domingo.

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José Serra y Dilma Rousseff. (Foto: EFE)

Tanto Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), como Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), evitaron preguntarse mutuamente, se dedicaron apenas críticas veladas y no cruzaron ni una sola declaración directa en todo el debate, organizado por el canal Globo, el líder de audiencia en el país.

Prefirieron desviar sus cuestiones a los abanderados del Partido Verde (PV), Marina Silva, y del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Plinio de Arruda Sampaio, también presentes en el plató.

El último sondeo de la firma Datafolha, otorgó a Rousseff el 47 por ciento de las intenciones de voto, frente al 28 por ciento de Serra y al 14 de Silva, quien esgrimió una dialéctica más agresiva, mientras que Arruda Sampaio no alcanza el uno por cientoen los sondeos.

Rousseff defendió la gestión del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que integró en las carteras de Minas y Energía y de Presidencia, y recapituló las inversiones que han sido realizadas en los últimos ocho años en áreas como infraestructura o saneamiento básico.

La candidata del PT reconoció que el saneamiento es "una de las cuestiones más graves" que atraviesa el país, propuso establecer "metas claras" para llevar el agua tratada a todo el país y aseguró que invertirá 23.000 millones de dólares en este sector.

"Mi meta es que Brasil sea un país desarrollado, lo que solo lograremos si erradicamos la pobreza y repartimos la riqueza con igualdad", dijo Rousseff en sus consideraciones finales.

Si se tiene en cuenta el voto útil, al excluir los sufragios en blanco y nulos, el respaldo popular a Rousseff ascendería al 52 por ciento, lo que haría innecesaria una segunda vuelta, que sería celebrada el 31 de octubre.

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