Lula aseguró que no se emborracha desde 1974
Según el jefe de Estado, la última vez que quedó "trabado" de tanto beber alcohol fue cuando la selección de su país perdió 20 ante Holanda en el mundial de Alemania.
Según el jefe de Estado, la última vez que quedó "trabado" de tanto beber alcohol fue cuando la selección de su país perdió 20 ante Holanda en el mundial de Alemania.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró estar en contra de una hipotética reelección para un tercer mandato, pero no descartó la posibilidad de postularse en 2014, según una entrevista publicada esteb domingo por el diario Folha de Sao Paulo, donde además aseguró que no se emborracha desde 1974.
"En política sería infantil de mi parte decir que voy a decidir mi destino en 2014, 2015. Si eso va acontecer, la coyuntura del momento lo dirá", explicó el jefe de Estado.
Lula mantiene una alta popularidad en su segundo mandato, que comenzó en enero de 2007, lo que ha llevado a mucha gente a pensar en la tesis de una nueva reelección, algo no permitido por la Constitución de Brasil.
"La alternatividad del poder es educadora para la construcción de la democracia. No hay nadie insustituible", dijo el presidente al afirmar que quienes piensan en un tercer mandato no quieren tomar la política en serio.
Lula y el alcohol
El presidente de Brasil también recordó una vieja pelea con el diario The New York Times, cuyo corresponsal en el país afirmó que la debilidad del gobernante por la bebida era "una preocupación nacional".
"Lo que incomoda es la mentira, la desfachatez. Dudo que exista un periodista en Brasil que me haya visto borracho", dijo Lula en la extensa entrevista.
Lula agregó que "lo digo para que todo el mundo escuche. La última vez que bebí de verdad fue cuando Brasil perdió frente a Holanda por 2 a 0 en la Copa (mundial de fútbol) de 1974. Fue la primera vez que vi televisión a colores".
"Habíamos cerrado el sindicato para celebrar la victoria de Brasil. Brasil perdió y bebimos de tristeza. Llegué a la casa 'trabado'. Después de eso no más", aseguró Lula, un hombre de lenguaje llano que admite usar comúnmente malas palabras cotidianamente.
"Una palabrota cuando suena con fuerza de expresión es bonita", dijo al explicar su estilo.
"Quedé muy enojado, porque cómo puede un ciudadano que nunca conversó conmigo, que nunca tomó un vaso de cerveza conmigo, un vaso de agua conmigo, hacer un reportaje (diciendo) que yo bebía", dijo sobre el artículo publicado en 2004.
"Eso me dejó muy enojado. Si las personas me preguntan si bebo, lo digo. Bebo, me gusta tomar un 'whiskycito'. No me gusta la cerveza, no me gusta mucho el vino. Dudo de que alguien me haya visto borracho desde 1974", agregó. (EFE)