El ex presidente brasileño Lula da Silva sigue como el candidato favorito para las elecciones de octubre, pese al fallo que aumentó su condena a 12 años de cárcel.
Una encuesta fue realizada por el Instituto Datafolha después de que un tribunal ratificó y amplió de nueve a 12 años la pena impuesta al ex mandatario por un juez inferior, que lo halló culpable de delitos de corrupción.
Al mismo tiempo, el Partido de los Trabajadores (PT) proclamó a Lula precandidato a la presidencia y su defensa se ha valido de eso en sus primeros intentos de evitar que vaya a la cárcel.
La defensa citó precisamente su condición de "líder absoluto en las encuestas de intención de voto".
La preferencia que Lula mantiene fue confirmada en la encuesta divulgada por Datafolha, según la cual volvería a ser elegido presidente en octubre frente a cualquier aspirantes al cargo.
Según la encuesta, si Lula no fuera inhabilitado como candidato y se librara de la prisión mediante las apelaciones, obtendría en la primera vuelta entre un 34 y 37 por ciento, y entre 44 y 49 por ciento en la segunda.
Incertidumbre
Pese a su favoritismo, la candidatura de Lula puede ser impugnada, ya que las leyes electorales impiden expresamente que una persona con una condena ratificada se presente a un cargo público.
En los próximos meses se decidirá si Lula puede ser candidato o si cumple la pena de prisión, lo que genera una incertidumbre que, según analistas, hasta afectaría el proceso de recuperación de la economía brasileña.
También en los próximos meses deberá haber sentencia en otras seis causas penales por presunta corrupción que enfrenta Lula, lo cual podría complicar más su situación jurídica.