Las autoridades de Río de Janeiro comenzaron este domingo a multar a los bares, restaurantes y chiringuitos de playa de la emblemática ciudad brasileña que ofrezcan bombillas o pajitas de plástico a los clientes, informó la Alcaldía.
A partir de hoy, los establecimientos que desobedezcan la normativa se atienen a una sanción económica que puede oscilar entre los 650 reales (106 mil pesos chilenos), valor que se aplicará a los vendedores ambulantes, y los 1.650 reales (unos 271 mil pesos).
En caso de reincidencia, el castigo puede elevarse hasta los 6.000 reales (casi un millón de pesos), según señaló la Alcaldía de Río de Janeiro en un comunicado.
Funcionarios del organismo de Vigilancia Sanitaria de Río inspeccionaron durante los últimos 60 días un total de 5.121 locales para alertar a sus propietarios sobre la necesidad de sustituir las pajitas de plástico por otras de papel biodegradable o reciclable y cuyo envoltorio también sea de un material semejante.
Esos establecimientos fiscalizados han tenido hasta este martes para realizar el cambio, mientras que aquellos locales que aún no han sido examinados por las autoridades tienen un plazo de 60 días para hacerlo a partir de la primera visita de los técnicos.
"Río de Janeiro se convirtió en la primera capital de Brasil en prohibir las pajitas de plástico descartables. Estamos a la vanguardia de una lucha muy importante, en defensa del medioambiente", dijo el alcalde de Río, Marcelo Crivella.
"Esta es una causa de toda la población, que puede ayudar a la Alcaldía a fiscalizar y cobrar de los comerciantes el cumplimiento de la ley", completó.