Finalizó el último motín carcelario del fin de semana en Sao Paulo
Los presos disconformes con el hacinamiento de un penal de Sao Carlos accedieron a deponer la rebelión en la mañana de este domingo.
Los presos disconformes con el hacinamiento de un penal de Sao Carlos accedieron a deponer la rebelión en la mañana de este domingo.
Los presos amotinados desde el sábado en la cárcel de Sao Carlos liberaron a su único rehén y terminaron la última de las ocho rebeliones registradas en los últimos tres días en el estado brasileño de Sao Paulo, informaron este domingo fuentes oficiales.
Las ocho rebeliones, tres iniciadas el viernes y otras cinco el sábado, dejaron un muerto y cerca de veinte heridos, e hicieron temer el inicio de una serie de protestas simultáneas de presos como las que aterrorizaron el mes pasado a Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil.
La cárcel municipal de Sao Carlos, ciudad a 231 kilómetros al noroeste de Sao Paulo y que aloja a 224 internos pese a su capacidad para 60, quedó parcialmente destruida tras la rebelión.
Los amotinados liberaron al guardia carcelario que tenían como rehén y se rindieron hacia las 10:00 hora local (13:00 GMT) luego de que las autoridades se comprometieran a transferir a algunos presos.
Las rebeliones comenzaron el viernes simultáneamente en las penitenciarías de Araraquara, Itirapina y Mirandópolis, que ya estaban bajo control de las autoridades en la mañana del sábado.
La más grave fue la de Itirapina, en donde los amotinados asesinaron a un preso de una banda rival, incendiaron sus colchones y varios muebles, y derribaron algunas puertas.
Cuando la situación parecía controlada, la Secretaría de Administración Pública confirmó que los presos se habían amotinado a comienzos de la tarde del sábado en la penitenciaría de Franco da Rocha, en los centros de detención provisional de Suzano, Parelheiros y Sao Bernardo do Campo, y en la cárcel de Sao Carlos.
Cuatro de las cinco nuevas rebeliones, que el Gobierno de Sao Paulo calificó como "movimientos pacíficos" debido a que los presos tan sólo querían exponer sus reivindicaciones, fueron sofocadas en la propia tarde del sábado.
Igualmente, el sábado cerca de 500 menores infractores se amotinaron en seis de los nueve reformatorios que la Fundación de Bienestar del Menor tiene en Tatuapé, en Sao Paulo, pero la protesta fue sofocada por la policía con una operación que dejó 14 heridos.
Las autoridades descartaron que las ocho rebeliones fuesen el inicio de una nueva serie de motines como la del mes pasado en Sao Paulo, en cuyas 222 unidades carcelarias hay unos 138.000 presos, cerca del 38 por ciento de toda la población carcelaria del país.
Hace exactamente cinco semanas se registraron cerca de 80 rebeliones simultáneas en cárceles de Sao Paulo, que fueron comandadas por la mafia carcelaria conocida como Primer Comando de la Capital (PCC) y en las que murieron nueve personas.
Junto con esas rebeliones, la citada organización criminal, en protesta por el traslado de varios de sus líderes a cárceles de máxima seguridad, comandó cerca de 300 ataques contra la policía, autobuses, predios públicos y bancos, y dio inicio a cinco días de violencia que dejaron 124 muertos.
El hacinamiento es la principal causa de las acciones de grupos como el PCC. Pese a su capacidad para albergar 106.500 presos, el sistema penitenciario de Sao Paulo cuenta actualmente con cerca de 138.000 reclusos. (EFE)