Un total de 25 personas murieron tras un intenso enfrentamiento con la Policía durante este domingo, en una operación contra el "novo cangaço", como se conoce a los violentos asaltos a bancos en pequeñas y medianas ciudades de Brasil.
De acuerdo con las autoridades, supuestos integrantes de una banda especializada en robo de bancos planificaban un asalto de grandes proporciones en la ciudad de Varginha, cuando fueron sorprendidos por equipos de la policía militarizada y de carreteras.
Los sospechosos "entraron en enfrentamiento con los policías militares y tuvieron la respuesta debida", dijo en un video la portavoz de la policía militarizada del estado, la capitana Layla Brunnela.
Según las autoridades, se trata de la mayor operación contra el llamado 'novo cangaço' realizada en el país, al paso que es, además, una de las acciones policiales más violentas registradas en el país.
— Ministério da Justiça e Segurança Pública (@JusticaGovBR) October 31, 2021
"No vamos a celebrar aquí ninguna muerte", afirmó Brunnela, pero aseguró que "fue una acción precisa de nuestra inteligencia".
Las autoridades explicaron que durante la madrugada de este domingo se produjeron intensos tiroteos, cuando los agentes irrumpieron en dos predios de Varginha, a unos 580 kilómetros de la capital Belo Horizonte, tras detectar "movimientos sospechosos" en las propiedades.
Además, pecisaron que durante la acción 18 sospechosos resultaron muertos en la primera de ellas y otras siete personas perdieron sus vidas, mientras que ningún policía o civil resultó herido en la acción.
"No fue una operación que se produjo de un día al otro. Fue una operación muy bien planificada y muy bien estructurada", dijo en una conferencia de prensa el inspector de la Policía de Carreteras, Aristides Júnior.
También agregó que el operativo conjunto tuvo el objetivo de "prevenir" una acción criminal y que la policía solo abrió fuego cuando "los criminales apostaron por el enfrentamiento".
"El gran éxito de la operación fue que ningún ciudadano de Varginha o de la región pasó por algún tipo de riesgo. Infelizmente, 25 criminales que partieron para el enfrentamiento perdieron la vida", completó.
En el operativo incautaron un "verdadero arsenal bélico" y, en videos divulgados, se puede ver el fuerte armamento aprehendido, que incluye fusiles, ametralladoras punto 50, explosivos y chalecos antibalas, además de varios vehículos robados.
Tras la acción, la Policía Civil de Minas Gerais, que investigará el caso, informó que se desplazó al lugar de los hechos para dar inicio a las primeras pericias médicas y técnicas.
Aumento de la letalidad policial
El operativo de este domingo ya es considerado uno de los más letales de la Policía en Brasil, un país donde el número de muertes por agentes de seguridad registró un récord en 2020, en plena pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el Anuario Brasileño de Seguridad Pública, el año pasado 6.416 personas perdieron sus vidas a manos de las fuerzas de seguridad, el mayor número registrado desde el inicio de la serie histórica en 2013.
La cifra podría ser aún mayor si la justicia no hubiera intervenido para frenar este tipo de operaciones en algunas regiones del país, como en Río de Janeiro, donde una acción similar dejó un saldo de 28 muertos el pasado mayo y se convirtió en la mayor masacre policial en la historia de la ciudad.
Pese a las denuncias de abuso de fuerza por parte de organizaciones de derechos humanos, el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, celebró el operativo de Varginha y felicitó a los involucrados.
"¡Felicidades a los héroes involucrados! Estamos trabajando para que Minas siga siendo el estado más seguro del país", escribió en sus redes sociales.
"Nuevo cangaço" aterroriza el interior
Los cinematográficos atracos del 'nuevo cangaço', cuyo nombre hace referencia al movimiento de bandoleros que a fines del siglo XIX y principios del XX llegaron a controlar territorios en el noreste, son cada vez más frecuentes en pequeñas y medianas ciudades de Brasil.
En sus acciones, un grupo numeroso de delincuentes suele armarse y realizan las acciones con tiros, explosivos y rehenes atados a coches como escudos humanos, siendo elementos habituales en su modus operandi.
Asimismo, eligen localidades pequeñas debido a que la dotación de policías son reducidas y, a menudo, empiezan los ataques neutralizando las comisarías locales.