Una investigación del diario Süddeutsche Zeitung y las televisoras NDR y SWR reveló que la filial local de la empresa Volkswagen colaboró presuntamente de forma activa con la dictadura en Brasil en la persecución de opositores políticos.
La Fiscalía de Sao Paolo investiga desdehace dos años a VW do Brasil para determinar la responsabilidad de la empresa en la violación de los derechos humanos durante la dictadura que se extendió de 1964 a 1985, según los medios.
La compañía encargó un dictamen al historiador de la Universidad de Bielefeld, Christopher Kopper, que confirmó la existencia de "una colaboración regular": "El departamento de seguridad actuó como si fuera un brazo de la policía política dentro de la planta de VW", señaló.
"Permitió las detenciones" y puede ser que al intercambiar información con la policía "contribuyera a ellas", añadió el historiador.
Espionaje, "listas negras" y centros de tortura
Según los medios citados, la filial brasileña espió a sus trabajadores y sus ideas políticas y los datos acabaron en "listas negras" en manos de la policía política; los afectados recuerdan cómo fueron torturados durante meses, tras haberse unido a grupos opositores o repartir octavillas en la empresa.
En 2015 el diario brasileño "O Estado de Sao Paulo" avanzó que el grupo alemán había comenzado a negociar con las autoridades de Brasil para buscar una forma de compensar al país por el apoyo que dio a la última dictadura
Según estableció una comisión gubernamental que investigó los crímenes de lesa humanidad, muchas empresas privadas, nacionales y extranjeras, dieron apoyo tanto financiero como operacional al régimen militar.
En el caso de Volkswagen, la comisión constató que unos galpones que la empresa tenía en una fábrica de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, fueron cedidos a los militares, que los usaron como centros de detención y tortura.
Asimismo, la comisión sostuvo que encontró pruebas de que la empresa donó al régimen militar unos 200 vehículos, que luego fueron usados por los servicios de represión