El próximo miércoles 17 de octubre, Canadá se convertirá en el primer país industrializado en legalizar el consumo recreativo de la marihuana.
El país se ha estado preparando para este momento desde que el Partido Liberal el primer ministro, Justin Trudeau, ganó las elecciones en octubre de 2015 con una plataforma que incluía la legalización total del consumo de cannabis y que, tras aprobada con amplia mayoría en junio pasado por el Senado, entrará en vigencia esta semana.
Solo Uruguay ha legalizado el consumo recreativo de la marihuana, aunque en algunos estados de Estados Unidos, como Colorado, también es posible consumir legalmente el cannabis.
La lógica tras la legalización es "mantener el cannabis fuera del alcance de jóvenes y los beneficios lejos de las manos criminales", explicó el año pasado Bill Blair, ex jefe de la Policía de Toronto y en la actualidad ministro de Seguridad Fronteriza.
Según un estudio oficial, 4,9 millones de canadienses gastaron en 2017 unos 4.400 millones de dólares en cannabis. De esta cifra, solo 570 millones de dólares se emplearon en la compra de marihuana para usos medicinales, algo que es legal en el país.
La inminente legalización del cannabis ha generado una nueva industria en todo el país que está creando millonarios casi instantáneos y a la que grandes compañías se han sumado.
Por ejemplo, Coca-Cola ha reconocido que está "vigilando" las posibilidades del cannabis para utilizar esta droga en bebidas.
Mientras tanto, los principales supermercados del país ya han solicitado en algunas provincias canadienses permisos para vender marihuana en sus establecimientos.
Un reciente estudio señala que el consumo de cannabis aumentará un 35 por ciento tras su legalización y por eso, cuerpos policiales, empresas de transporte público y miles de compañías en todo el país están estableciendo ahora las normas que guiarán el consumo de cannabis entre sus empleados.