Contestó con el emoji del pulgar hacia arriba, y ahora debe $66 millones por incumplimiento de contrato
"Es una forma no tradicional de 'firmar' un documento, pero aun así, fue una forma válida", dijo el juez.
"Es una forma no tradicional de 'firmar' un documento, pero aun así, fue una forma válida", dijo el juez.
Un juez de Canadá aceptó el uso del emoji del pulgar hacia arriba como una forma válida de firmar un contrato, y condenó a un empresario agrícola a pagar más de 66 millones de pesos chilenos por incumplir un acuerdo.
De acuerdo con los documentos judiciales, en marzo de 2021 Kent Mickleborough le envió un mensaje de texto a Chris Achter, el dueño de una empresa proveedora de granos, para comprarle 86 toneladas de lino.
Fue entonces cuando Mickleborough adjuntó el contrato por el chat para dejar estipulado el precio que habían acordado, y le pidió expresamente a Acher que lo firmara. El empresario contestó con un emoji del pulgar hacia arriba, pero el lino que debía ser entregado en noviembre nunca llegó.
El comprador de granos decidió llevar el asunto a tribunales, pero el vendedor se defendió diciendo que el emoji "simplemente confirmaba que había recibido el contrato del lino" y que "no era una confirmación de que estuviera de acuerdo con las condiciones".
Sin embargo, tras mantener una relación comercial durante años, Mickleboroguh aseguró que el empresario anteriormente había firmado sus contratos con el mismo emoji, por lo que el juez a cargo del caso falló a su favor.
"El emoji se utiliza para expresar asentimiento, aprobación o ánimo en las comunicaciones digitales. Esta corte reconoce que es una forma no tradicional de 'firmar' un documento, pero aun así, bajo estas circunstancias, fue una forma válida de aceptar el contrato. Este Tribunal no puede (ni debe) intentar frenar la marea de la tecnología y sus usos cotidiano", concluyó el magistrado.