Los gobiernos de Japón y EE.UU. advirtieron con responder a las "coerciones y agresiones" de China en la región del Asia-Pacífico, y denunciaron sus políticas hacia Hong Kong y Taiwán, así como los abusos contra los derechos de la minoría uigur.
Los dos países aliados lanzaron el mensaje durante un encuentro celebrado el martes en Tokio, a cuatro bandas, entre los secretarios de Estado y de Defensa de EE.UU., Anthony Blinken y Lloyd Austin, y sus homólogos nipones, Toshimitsu Motegi y Nobuo Kishi.
Tokio y Washington identificaron a China como uno de los principales "desafíos militares, políticos, económicos y tecnológicos" que afrontan tanto su alianza bilateral como la comunidad internacional, en una declaración conjunta presentada al término del encuentro.
En particular, Japón y Estados Unidos acusan a Pekín de ser "incoherente con el orden internacional", y apuntan a las "actividades disruptivas en la región" protagonizadas por la Guardia Costera china o sus "reivindicaciones ilegales" que afectan a varios países en el disputado Mar de China Meridional.
Pekín también mantiene una prolongada contienda territorial con Japón por la soberanía de las remotas islas Senkaku (conocidas como Diaoyu en China), administradas por Tokio pero reclamadas por el país vecino, y en cuyas aguas se vienen produciendo frecuentes escaramuzas entre las tropas niponas y navíos chinos.
Blinken también cuestionó a China por "usar la coerción y la agresión para erosionar la economía de Hong Kong de forma sistemática, socavar la democracia en Taiwán y vulnerar los derechos humanos en Xinjiang", en referencia a la minoría uigur y los campos de "reeducación" a los que son derivados sus miembros.