El anuncio de que el presidente de la inmobiliaria china Evergrande, Hui Ka-yan, está supuestamente bajo arresto domiciliario policial suma un nuevo capítulo a los graves apuros del otrora gigante del sector, que se prologa desde hace ya dos años.
Esta es la cronología de la crisis de la inmobiliaria más endeudada del mundo:
En agosto de 2021, numerosos proyectos de Evergrande en China se paralizaron debido al vencimiento de deudas, lo que llevó al Banco Central y autoridades financieras a advertir a la compañía de que debe reducir riesgos y dar prioridad a la estabilidad.
Un mes más tarde, septiembre del mismo año, comenzaron a saltar las alarmas cuando la inmobiliaria, con una deuda de 305.000 millones de dólares, incurre en el impago de intereses de deuda internacional. Pues, la compañía empieza a sufrir fuertes oscilaciones en la bolsa de Hong Kong y llega a suspender la negociación de sus títulos durante dos semanas.
Para noviembre de 2021, el presidente Hui Ka-yan redujo su participación de 77 al 67,9%, vendiendo 1.200 millones de sus acciones por un valor de 342,7 millones de dólares, para poder enfrentar las deudas. Sin embargo, en diciembre, las acciones de la compañía se desploman a su mínimo histórico, tras el anuncio de la posibilidad de no hacer frente al déficit y que negociaría con sus acreedores "offshore".
La situación siguió empeorando y en marzo de 2022, Evergrande suspendió de nuevo su cotización bursátil y se justificó en incapacidad de presentar resultados auditados antes del 31 de marzo de ese año. Meses más tarde, en noviembre el China Construction Bank, uno de sus acreedores, requisó la casa del presidente Hui, ubicada en una lujosa zona de Hong Kong.
2023: PERDIDA TRAS PERDIDA
Este 2023 tampoco partió bien para al gigante inmobiliario, en enero, la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) renunció a seguir auditando la empresa al considerar que no había sido recibido información suficiente sobre algunos asuntos clave para evaluar las cuentas de la compañía.
No obstante, Evergrande presentó en marzo un plan para reestructurar parte de su deuda extraterritorial ("offshore"), proponiendo a los tenedores de ese tipo de bonos varias opciones: desde nuevos títulos de deuda con el mismo valor a "instrumentos vinculados al capital", que pueden ser convertidos en acciones de sus filiales de gestión inmobiliaria o de vehículos eléctricos.
Así, en abril anunció acuerdos con bonistas 'offshore' y aseguró que el 77 % de los tenedores de deudas de clase A y el 30 % de los tenedores de deudas de clase C han presentado su apoyo a la propuesta de reestructuración.
Sin embargo, la empresa comunicó pérdidas netas atribuidas de 476.035 millones de yuanes (65.109 millones de dólares) en 2021 y de 105.914 millones de yuanes (14.486 millones de dólares) en 2022. En 2020, Evergrande había ganado 8.076 millones de yuanes.
Ya a mitad de año, en agosto, Evergrande solicitó la protección de ley de quiebras de EE.UU. para afrontar su situación financiera, y evitar el embargo de sus activos. Pues, se acogió al capítulo 15 del código de bancarrota estadounidense, para suspender los pagos de sus internaciones en aquel país.
En tanto, sus acciones pierden un 79% tras reactivar su cotización en la Bolsa de Hong Kong, suspendida desde marzo de 2022. Evergrande ya había perdido más de un 90 % de su valor bursátil cuando suspendió la negociación de sus participaciones.
La delicada situación financiera de Evergrande motivó el arresto de un número indeterminado de empleados de una de sus filiales, acción informada por la policía de Shenzhen. Así, también anuncian que no puede cumplir con los requisitos para la emisión de nuevos títulos de deuda, porque su filial Hengda Real Estate Group está siendo investigada por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China. Sus acciones volvieron a desplomarse en la bolsa.
Finalmente, este miércoles 27 de diciembre, Bloomberg informó que el presidente Hui Ka-yan se encuentra bajo arresto domiciliario policial, provocando que la empresa cierre de nuevo con abultadas pérdidas en la Bolsa de Hong Kong.