La rebaja del Banco Popular de China (central) del tipo de cambio de referencia del yuan con el dólar, seguida por una caída de su cotización en el mercado, disparó este miércoles los temores de que el nueva sistema cambiario del país cause una devaluación profunda de la divisa asiática.
Mientras se discute sobre si la reforma anunciada este martes supone un paso hacia la liberalización de la segunda economía mundial o es una estrategia de las autoridades chinas para impulsar las exportaciones, la moneda ha perdido en dos días alrededor de un 3,5 por ciento de su valor y amenaza con bajar aún más.
El banco central chino anticipó este miércoles en un comunicado que puede haber "fluctuaciones significativas" del tipo de cambio de referencia del yuan a corto plazo, hasta que el nuevo mecanismo cambiario se asiente.
La cotización del yuan está fuertemente controlada por las autoridades chinas, que cada día establecen un tipo de cambio de referencia (llamado "paridad central") y permiten que fluctúe hasta un máximo de un 2 por ciento respecto a ese precio medio.
Con el nuevo sistema, el emisor chino está obligado a tener en cuenta la cotización del yuan en el mercado de divisas de la jornada previa a la hora de fijar el tipo de cambio referencial del día.
Así, el Banco Popular apeló a la menor cotización de la moneda china de este martes respecto al tipo de cambio de referencia y al funcionamiento del recién adoptado mecanismo para reducir hoy otra vez el valor del yuan, un 1,62 por ciento, que se suma a la devaluación de casi un 2 por ciento del martes.
El banco central chino definió esta variación como "normal" y avanzó que "llevará cierto tiempo a los actores del mercado ajustar la cotización y las prácticas de intercambio, así como explorar y encontrar el precio de equilibrio en el mercado de divisas".
Posible nueva depreciación
La publicación de indicadores de producción industrial, ventas minoristas e inversión en activos fijos que evidenciaron la ralentización económica de China llevó hoy la cotización de la divisa asiática en el mercado a más de 6,4 yuanes por dólar, con lo que es previsible que mañana, jueves, haya otra depreciación.
"Creemos que las autoridades ya han intervenido en el mercado hoy para estabilizar el tipo de cambio de yuan, pero se espera que las turbulencias en el mercado de divisas duren un tiempo", explicaron analistas del departamento de investigación del banco español BBVA en una nota.
Entre tanto, la reforma cambiaria de China fue recibida este martes con cautela por Estados Unidos y aplaudida por la Comisión Europea.
También la valoró como un "buen paso" el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que Pekín busca contentar con esta reforma para que vea con mejores ojos la inclusión del yuan en su divisa interna, llamada Derechos Especiales de Giro (SDR, en inglés).
El banco central chino anunció su reforma una semana después de que el FMI propusiera retrasar hasta septiembre de 2016 pronunciarse sobre la entrada del yuan en su divisa interna, por lo que los analistas chinos interpretan los últimos movimientos de Pekín como un intento de recabar apoyos para el yuan en la institución.
La devaluación de la divisa china ha provocado un terremoto en los mercados financieros internacionales, que ahora se preguntan cuánto puede bajar el yuan.
Según la firma financiera japonesa Nomura, no puede descartarse que China trate de ponerse al nivel de otras divisas asiáticas, que en promedio se han depreciado un 12 por ciento desde junio de 2012, lo que podría traer grandes movimientos en los mercados globales.
Algunos analistas interpretan la devaluación del yuan como la entrada de China en una "guerra de divisas" con sus países vecinos, porque las reformas se pusieron en marcha poco después de que se publicaran, este sábado, los datos de comercio exterior del gigante asiático de julio, que mostraron importantes retrocesos.
Las exportaciones de China bajaron un 8,3 por ciento interanual el mes pasado y las importaciones otro 8,1 por ciento.
Las varias e inesperadas caídas de las exportaciones en lo que va de año han dado varios quebraderos de cabeza a las autoridades chinas, acostumbradas a ver en ellas una de las principales fortalezas de su economía.
La caída en el valor del yuan beneficia a sus empresas exportadoras, al abaratar sus productos, pero tiene contrapartidas como el riesgo de fuga de capitales y la reducción comparativa de la riqueza de China, en un momento en el que muchas de sus firmas realizan grandes inversiones en el exterior.
"El argumento de que China está intentando incentivar el crecimiento debilitando su moneda para impulsar las exportaciones no resulta convincente", aseguró el economista jefe para Asia-Pacífico de la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P), Paul Gruenwald, en un comunicado.
El banco central, en todo caso, confió en que "tras un corto periodo de adaptación" las fluctuaciones del yuan convergerán "en una zona razonablemente estable".