La Justicia china ha condenado a un directivo y a un funcionario de alto nivel a 20 años de prisión cada uno por el alud de una montaña de escombros ocurrido hace dos años en el sur del país, que enterró un parque industrial y provocó la muerte de 73 personas, informa hoy el diario oficial China Daily.
El trágico incidente ocurrió en la ciudad meridional de Shenzhen en 2015 y los tribunales chinos concluyen ahora que fue resultado de subcontratas irregulares, una gestión deficiente, corrupción y otras negligencias.
Un total de 45 personas han sido condenadas por este suceso, entre ellas, Long Renfu, el presidente de la empresa Shenzhen Yixianglong, la gestora del almacén de desechos de obras donde tuvo lugar el desprendimiento; y Meng Jinghang, antiguo director del Buró de Gestión Urbana de la urbe.
Ambos fueron sentenciados a veinte años de prisión, en el caso de Long, por "causar un serio accidente y sobornar a funcionarios gubernamentales", y, en el de Meng, por "aceptar sobornos y abuso de poder".
Además, los tribunales les multaron con 10 millones de yuanes (unos 1,4 millones de dólares) y 8 millones de yuanes (alrededor del millón de dólares), respectivamente, recoge el diario, que no especifica las sentencias del resto de funcionarios y empresarios implicados.
El Gobierno chino ya determinó en un informe previo que el grave suceso se debió a errores humanos, pues se permitió el depósito en la zona de una cantidad excesiva de desechos de obra, lo que, sumado a la falta de un sistema eficaz de desagüe, llevó al desastre.
El accidente, ocurrido el 20 de diciembre de 2015, destruyó 33 edificios y causó pérdidas económicas de 880 millones de yuanes (132 millones de dólares).