El presidente chino, Xi Jinping, llega este domingo a Francia para una visita de Estado que se va a prolongar hasta el martes y que tiene como uno de los platos fuertes el intento de rebajar las crecientes tensiones comerciales entre China y la Unión Europea.
Xi, que va a ser recibido esta tarde en el aeropuerto parisino de Orly por el primer ministro francés, Gabriel Attal, tendrá ocasión de abordar esa cuestión el lunes por la mañana en el Palacio del Elíseo con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En los últimos meses, las susceptibilidades en uno y otro campo no han dejado de crecer y Pekín cree que en realidad es sobre todo París el que está detrás de las investigaciones lanzadas en los últimos meses por la Comisión Europea sobre la distorsión de la competencia por las subvenciones chinas a diversos sectores.
En respuesta a las medidas de obstrucción a la producción china, las autoridades de Pekín han lanzado una investigación sobre el coñac, un producto estrella de las exportaciones francesas allí. Además, las marcas franceses de cosméticos han podido también comprobar que han aumentado los procedimientos para vender en el mercado chino.
MACRON BUSCA UNA COMPETENCIA MÁS JUSTA
El Elíseo recuerda que sobre este tipo de contenciosos, Macron defiende "una posición muy clara que consiste en mejorar el acceso de las empresas francesas al mercado chino y obtener lo que se entiende como 'condiciones de competencia' más justas para esas mismas empresas francesas y más globalmente para las europeas".
En términos generales, el presidente francés quiere aprovechar sus encuentros con Xi mañana para obtener "mayores garantías" sobre las cuestiones comerciales.
Tras la entrevista, el lunes por la mañana entre Macron, Von der Leyen y Xi, por la tarde el presidente francés organiza a su huésped una ceremonia de acogida, con toda la pompa oficial, en el escenario habitual para eso, los Inválidos de París.
Macron y su mujer, Brigitte, recibirán a continuación a Xi y a su esposa, Peng Liyuan, en el Elíseo y los dos mandatarios mantendrán un cara a cara y participarán en unos encuentros económicos franco-chinos. El colofón será una cena de Estado.
Durante toda esa secuencia se espera que se aborden las grandes crisis internacionales, y en particular las guerras en Ucrania y en Medio Oriente.
Sobre Ucrania, el objetivo del presidente francés es tratar de convencer a Xi para que utilice su capacidad de influencia con Vladimir Putin (la dependencia económica y estratégica de Moscú con Pekín se ha acrecentado mucho desde el inicio de esa guerra, en febrero de 2022) con el objetivo de que el presidente ruso rectifique y se pueda lograr una resolución del conflicto.
IMPLICACIÓN DE EMPRESAS CHINAS EN LA GUERRA DE RUSIA
Además, Macron también tiene intención de mostrar sus "inquietudes" por la implicación de algunas empresas chinas -directa o indirectamente- "de forma significativa en el esfuerzo de guerra ruso".
Como es habitual con ocasión de la visita a Francia del máximo dirigente chino, varias ONG han querido aprovechar para pedir a Macron que aproveche para hablar con Xi de las violaciones de los derechos humanos allí. El presidente francés ha dicho que lo hará.
Macron llevará el martes a Xi a los Pirineos franceses, cerca de donde vivía su abuela materna, una región con la que mantiene unos vínculos sentimentales fuertes. Será una jornada en la que se quiere priorizar un contacto "más personal". Los dos mandatarios subirán al mítico puerto del Tourmalet.