El próximo 27 de mayo, los colombianos tienen una cita con las urnas para elegir presidente, una decisión en la que tendrá un gran peso el acuerdo de paz con las FARC y cuyo futuro dependerá en buena medida del nuevo jefe de Estado.
El acuerdo, que vive momentos de crisis, es un compromiso del Estado colombiano, pero su cumplimiento dependerá en parte de la voluntad del próximo presidente de sacar adelante un pacto que ha conseguido que cerca de 7.000 guerrilleros dejen las armas.
Los colombianos están divididos entre los que consideran que el acuerdo necesita cambios porque es demasiado generoso con las FARC, ahora convertidas en partido político, y los que lo defienden en aras de la paz.
La duda sobre el futuro del acuerdo de paz se ha extendido sobre la coalición de derecha que es encabezada por Iván Duque, candidato del Centro Democrático y líder en todas las encuestas de intención de voto.
Duque tiene el respaldo de los ex presidentes Álvaro Uribe (2002-2010) y Andrés Pastrana (1998-2002), principales opositores al acuerdo con las FARC y que ya mostraron su fuerza en el plebiscito del 2 de octubre de 2016 en el que lideraron el triunfo del "no".
En torno a la candidatura de Duque revolotean las palabras del ex ministro Fernando Londoño, quien amenazó con "hacer trizas el acuerdo" si su partido ganaba la Presidencia.
Duque ha respondido varias veces que dicha afirmación representa sólo la opinión de un miembro del partido y no la de su candidatura.
En una entrevista con Efe, aseguró que no quiere "hacer trizas" la herencia del presidente Juan Manuel Santos, lo que incluye el acuerdo de paz, sino lograr un país de "consensos".
Por ello, mostró su voluntad de corregirlo, al igual que "algunas de sus políticas económicas y sociales". Entre las modificaciones que consideró necesarias está evitar que los culpables de delitos de narcotráfico puedan beneficiarse de amnistías y convertir en forzosos los acuerdos para erradicar y sustituir los cultivos ilícitos, que ahora son voluntarios.
El más firme defensor del acuerdo es el candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, que fue negociador con las FARC y quien, en una entrevista con Efe, aseguró que la paz está "en riesgo" con una victoria de Duque o del también derechista Germán Vargas Lleras, del movimiento Mejor Vargas Lleras.
Sin embargo, el peso de De la Calle en el electorado es escaso, pues las encuestas le pronostican un apoyo que ronda el 3 %, muy inferior al 49,78 % que obtuvo el "sí" en el plebiscito de la paz.
Junto al liberal, otro candidato que ha apostado por la paz en el periodo 2018-2022 es el izquierdista Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana y exalcalde de Bogotá.
Petro, que fue miembro de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19) y que se desmovilizó gracias a un acuerdo de 1991, ha afirmado que la paz es más que el desarme de las FARC.
Petro se sitúa segundo en todas las encuestas con un rango de apoyo variable, pero con un difícil panorama en una posible segunda vuelta debido a la polarización que generan sus declaraciones.
Los otros dos candidatos, el ex vicepresidente Vargas Lleras y el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo, de centro-izquierda, han manifestado su apoyo al acuerdo de paz, el segundo con más claridad, en parte porque está respaldado por los verdes y el izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA).