Médica disidente cubana llegó a Argentina gracias a permiso oficial
Dijo que había vuelto a nacer tras conocer a sus nietos.
La profesional tiene un permiso de tres meses de parte de La Habana.
Dijo que había vuelto a nacer tras conocer a sus nietos.
La profesional tiene un permiso de tres meses de parte de La Habana.
La médica disidente cubana Hilda Molina, quien llegó este domingo a Argentina tras quince años de reclamar al régimen castrista un permiso para salir de la isla, afirmó que ha vuelto a nacer al conocer a sus dos nietos y reencontrarse con su hijo.
"Yo nací hoy", dijo Molina a la prensa a las puertas de la casa de su hijo, Roberto Quiñones, a las afueras de Buenos Aires, minutos antes de dirigirse a un hospital de la capital argentina, donde permanece ingresada su madre, Hilda Morejón, de 90 años.
La neurocirujana logró el viernes un permiso para viajar a Argentina por tres meses, prorrogable hasta once, y asegura que quiere regresar a su patria.
"A mi mamá no la voy a dejar, ojalá me la pudiera llevar a Cuba. (...) Voy a quedarme todo el tiempo que requiera su salud", dijo la médica, que rompió con el régimen de los Castro en 1994.
Molina dijo que la visita a su madre, que logró salir de Cuba en mayo de 2008 y sufrió una descompensación cardíaca, "va a ser una medicina para ella" y "un gran alivio".
La neuróloga relató que desde que supo del empeoramiento de la salud de Morejón, comenzó a escribirle todos los días una carta al presidente cubano, Raúl Castro, para que la dejaran viajar a Argentina.
En las misivas, le escribió que su mamá estaba grave, que se podía morir y que, si quería, estaba dispuesta a ir a un templo católico y jurar ante Dios que volvería a Cuba cundo "le cerrara los ojos" a su madre.
"Yo no estoy agradecida al Gobierno cubano. Yo estoy agradecida con todo el que no agreda a mi familia. Esto no es un favor, esto un derecho que me lo han violado durante quince años. Yo no tengo rencor con nadie", afirmó la disidente cubana, quien dijo a sus compatriotas que no deben "limosnear" por sus derechos.
Molina aseguró que sus nietos Roberto Carlos, de 13 años, y Juan Pablo, de ocho, "son un tesoro" y que, en vez de cohibirse, la han tratado como si la hubieran conocida "de toda la vida".