La tormenta tropical Harvey dejó este domingo al menos cinco muertos en el área de Houston -la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos- y provocó "catastróficas inundaciones" que obligaron a los vecinos a subirse a los tejados de sus casas para salvar la vida.
Pese a la fatal cifra entregada por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), la Oficina del Sheriff del condado de Harris solo pudo confirmar a Efe la muerte de una anciana que falleció durante la noche mientras conducía por las calles inundadas y quedó atrapada en el oeste de la ciudad.
Según informó el NWS, el agua podría llegar a alcanzar la cifra récord de 1,27 metros de altura en algunas partes de Texas, mientras que en Houston es posible que los 76 centímetros de alto que ya se están registrando lleguen hasta 101,6 centímetros.
Además, el organismo informó que en la ciudad decenas de helicópteros y lanchas tratan de abrirse paso entre las aguas para rescatar a quienes han quedado atrapados.
La primera víctima del huracán fue un vecino de la pequeña ciudad de Rockport, donde el huracán Harvey tocó tierra el viernes con unos vientos de hasta 215 kilómetros por hora.
Este domingo, la Casa Blanca anunció que el presidente estadounidense Donald Trump viajará el martes a Texas para evaluar los daños del potente huracán: "Estamos coordinando la logística con las autoridades estatales y locales", dijo la portavoz Sarah Sanders, quien subrayó que "continuamos teniendo a los afectados en nuestros pensamientos y oraciones", dijo.
Un evento inédito en "500 años"
"Desde mi perspectiva -y de la perspectiva de mi equipo- este es un evento que no se veía hace unos 500 años, nunca hemos experimentado este nivel de desafío tan generalizado a nivel de inundaciones", informó el jefe de la Policía de Houston, Art Acevedo, consignó en su informe la corresponsal de Cooperativa, Iveliz Martel.
"Más agua está por caer, hemos realizado alrededor de 1.000 rescates y queda mucha gente por rescatar. Creo que es muy catastrófico, sabíamos que iba a ser severo, pero el problema es que el estado entero está bajo el agua, así que esto va a durar varios días", subrayó el uniformado.
"Algunas personas están en sus áticos, otras personas en los techos, no sabemos cuánta gente está en estas circunstancias", narró Ed Emmett, juez del condado de Harris, quien indicó a quienes esperan auxilio que "aún en el lugar más seguro que pueden estar es en sus casas, no traten de salir de sus casas y simplemente llamen al 911, y tengan paciencia, trataremos de rescatar al mayor número de gente que podamos", comunicó.
Texas necesitará ayuda "durante años"
Frente a esta situación, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el despliegue de 3.000 oficiales de la guardia nacional y estatal, una fuerza militar de reserva que suele movilizarse en catástrofes naturales y en situaciones de desorden público, indicó Efe.
"Es malo y está yendo a peor", reconoció en una entrevista en la cadena Fox Abbott, quien expresó su preocupación por los "miles de millones de dólares" que costarán las labores de reconstrucción.
Por su parte, el jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, Brock Long, dijo a CNN que Texas necesitará "durante años" la ayuda de su agencia para poder recuperarse del paso de este "evento histórico" nunca visto: "Una tormenta como esta nunca había sido vista antes en Estados Unidos", subrayó.
Mujer relató su historia de sobrevivencia
Una mujer que se aventuró a salir de su casa narró su experiencia: "El agua comenzó a subir alrededor de las 10:00 de la noche y comenzó a inundarse, fue una locura, y se mantuvo lloviendo y el agua seguía subiendo. Llamé a mi hijo y le dije: 'Vas a tener que venir a buscarnos, alguien tiene que venir porque tengo a los niños'".
"Así que destruimos la puerta y salimos de aquí. Nos vamos de aquí, así que ahora nos vamos a mantener juntos y a estar en modo sobrevivencia", continuó la mujer.
Efe recuerda que en los últimos días, decenas de miles de personas abandonaron sus casas en la costa de Texas y huyeron hacia el interior siguiendo las órdenes de las autoridades, aunque hubo quien decidió quedarse. Para ofrecerles refugio, la Cruz Roja ha abierto 35 albergues en ese estado y en Luisiana, que también sufre los efectos de la tormenta.