Anonymous filtró correos de marines que orinaron cadáveres de afganos
Allí aprovechan de burlarse de la acción con todo tipo de improperios de corte racista.
Además manifiestan su reticencia a la publicación del video en internet.
Allí aprovechan de burlarse de la acción con todo tipo de improperios de corte racista.
Además manifiestan su reticencia a la publicación del video en internet.
El colectivo informático Anonymous filtró el intercambio de correos entre los marines que orinaron sobre los cadáveres de tres afganos muertos en ese país, en la provincia de Helmand, situación que generó indignación a nivel mundial.
La filtración en Pastebin muestra el intercambio de correos entre militares y marines que participaron en la acción y parte de los comentarios mostraron la preocupación entre varios miembros y la posibilidad de que pudieran ser identificados por haber publicado el vídeo en internet.
También aprovechan para burlarse de la acción con todo tipo de improperios de corte racista.
Estos son algunos de los fragmentos entre los que se encontrarían los nombres de James Spoo, el coronel Jim Miles, Pat Dugan y el ex-infante de marina Don Greenlaw, según publicó Alt1040.com.
"(...) Colocamos grasa de cerdo sobre ellos, grasa de cerdo sobre los muertos (...) les dimos de comer a los perros locales. No deberíamos publicarlo en internet".
"(...) No lo pongas en internet (afirma otro correo). Sabes que alguien de la prensa, del Gobierno o del Departamento de Defensa va a hacer de este tema algo gordo y después irán por ti. He oído que las fotos han identificado ya a dos de los miembros del equipo y estoy seguro que van a plantear cargos contra ellos (...)".
"Esto va a ser como el incidente de Abu Ghraib. Cuando posaron en fotos con los presos para pasar un buen rato... No lo pongas en internet, nadie hablará de ello si no está en la red", señala otro e-mail.
Luego, el propio Coronel Miles intervendría en esa serie de mensajes exponiendo su malestar ante la situación y recriminó la actitud mostrada por los marines al torturar y orinar a los cadáveres en un acto que no duda en calificar como "por debajo de los estándares de nuestro país".
El hombre concluye diciendo que los hombres y mujeres militares de Estados Unidos deben defender la dignidad del país y su posición a los ojos del mundo entero.