El Senado de EE.UU. confirma a primer secretario de Justicia afroamericano
Noticia suscitó elogios dentro y fuera del Congreso.
Partidarios creen que liderará una "revitalización" tras escándalos por tortura.
Noticia suscitó elogios dentro y fuera del Congreso.
Partidarios creen que liderará una "revitalización" tras escándalos por tortura.
El Senado de Estados Unidos confirmó a Eric Holder como el primer afroamericano al frente del Departamento de Justicia, en momentos en que, según los demócratas, la agencia afronta enormes retos en la lucha contra el terrorismo.
Con 75 votos a favor y 21 en contra, el Senado ratificó a Holder en el cargo, pese a la objeción de algunos republicanos que cuestionaron en reiteradas ocasiones su independencia jurídica.
La confirmación de Holder suscitó elogios dentro y fuera del Congreso, y sus partidarios consideran que él liderará una "revitalización" del Departamento de Justicia, cuya imagen quedó mancillada por la polémica en torno a la tortura.
Previo a la votación, Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado, dijo que Holder "tiene el carácter para ser el fiscal general de EE.UU." y su nombramiento representa "una oportunidad histórica" para superar las divisiones partidistas de las últimas décadas.
Durante un agitado debate, Leahy criticó a los republicanos que insistían en apoyar la confirmación de Holder solo a cambio de que les prometiera no procesar judicialmente a agentes involucrados en métodos coercitivos contra presuntos terroristas.
"Nadie debería intentar intercambiar un voto (favorable) por ese tipo de promesas", aseguró Leahy.
El senador republicano John Cornyn no hizo tal sugerencia, pero sí acusó a Holder de cambiar posturas en torno al trato de presuntos terroristas.
Cornyn y el senador Tom Coburn fueron los únicos que votaron en contra de Holder, frente a 17 que lo apoyaron durante una votación previa del Comité Judicial el miércoles pasado.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, destacó la figura de Holder y afirmó que sabrá sacar al Departamento de Justicia del fango en que quedó durante la administración anterior.
"No tengo ningún deseo de repetir las múltiples formas en que la administración (de George W.) Bush politizó y degradó la misión histórica del Departamento de Justicia (...) me interesa más ver hacia un futuro más esperanzador, y con Barack Obama en la Casa
Blanca y Eric Holder en el Departamento de Justicia, ese futuro más prometedor comienza ahora", afirmó Reid.
No obstante, reconoció que a Holder le espera la "difícil tarea" de fortalecer la lucha contra el terrorismo y el combate a la criminalidad tanto en las calles como en el mundo corporativo, y asegurar que el Departamento de Justicia sea una vez más "el guardián del bien común".
Previo a su nombramiento al cargo, Holder fue fiscal federal, juez y el "número dos" del Departamento de Justicia bajo la presidencia del demócrata Bill Clinton.
Según observadores, su confirmación en el Senado abrirá paso a una serie de evaluaciones y posibles cambios a varias de las políticas más controvertidas bajo el Gobierno de Bush en lo que se refiere a la lucha global de EE.UU. contra el terrorismo.
Durante su audiencia de confirmación, Holder declaró que "la asfixia simulada es tortura", en una clara señal de los cambios que implementará el nuevo Gobierno, pero que también suscitó malestar entre quienes exigen mano dura contra los terroristas.
En la lista de revisiones destacan, por ejemplo, asuntos relacionados con los interrogatorios y juicios de presuntos terroristas, y la vigilancia electrónica sin el previo permiso de un juez.
Holder también tendrá que decidir qué hacer con funcionarios involucrados en la presunta politización del Departamento de Justicia que, según los demócratas, dio como resultado el despido de nueve fiscales en 2006.
La comunidad hispana aplaudió el compromiso de Holder de revisar la política establecida por su antecesor, Michael Mukasey, de que los inmigrantes en vías de deportación no tienen derecho a un defensor público.
Holder recibió, asimismo, el espaldarazo de activistas como la llamada Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles (LCCR), quienes indicaron hoy que "restablecerá la moral y la misión histórica del Departamento de Justicia con la imparcialidad y el cumplimiento de la ley".