El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiso hoy recompensar a varios asesores que le han sido leales durante sus dos mandatos al nombrarlos para cotizados puestos gubernamentales en instituciones culturales que no necesitan confirmación del Senado estadounidense.
Tres días antes de abandonar la Casa Blanca, Obama se aseguró de dar trabajo a una de sus principales asesoras, Valerie Jarrett, además de a su consejera de seguridad nacional, Susan Rice, y al "número dos" de esta, Ben Rhodes.
A Jarrett y a Rice las nombró como miembros del consejo de administración del Centro John F. Kennedy para las Artes Interpretativas, una institución que desde 1971 programa teatro, ballet, conciertos musicales y exposiciones en un edificio blanco situado en Washington, y que combina fondos públicos y privados.
A Rhodes, su asesor adjunto de seguridad nacional y uno de los más implicados en la política de acercamiento a Cuba, lo nombró como miembro del Consejo de Estados Unidos en Memoria del Holocausto, una junta de 68 personas creada en 1980 por el Congreso estadounidense.
El consejo se dedica a concienciar al público de Estados Unidos sobre la historia del genocidio nazi y recaudar fondos para el Museo en Memoria del Holocausto situado en Washington.
Obama también nombró este lunes a otros diez miembros para el mismo consejo del Holocausto, entre ellos a la hasta ahora encargada de escribir los discursos de la primera dama Michelle Obama, Sarah Horwitz; y al exencargado del Departamento de Estado para la lucha antiterrorista, Daniel Benjamin.
También premió a su asesora adjunta de Seguridad Interna, Amy Pope, y a otra de sus asesoras en política exterior, Avril Haines, con sendos puestos en el Consejo Nacional de Asesoría en Infraestructuras y la Comisión Nacional sobre el Servicio Militar, respectivamente.
El portavoz de Obama, Josh Earnest, defendió hoy que las recompensas del mandatario a sus asesores están "completamente en línea con lo que han hecho otros presidentes" en el pasado.
Obama también nombró hoy a Kareem Abdul-Jabbar, el legendario pívot de la NBA, y a otros deportistas como la gimnasta olímpica Gabrielle Douglas para el Consejo del Presidente sobre la Salud, los Deportes y la Nutrición.