Obama crece en la lucha electoral gracias al respaldo a su reforma sanitaria
La iniciativa del Presidente de EE.UU. recibió el aval del Tribunal Supremo.
El Mandatario busca su reelección el 6 de noviembre.
La iniciativa del Presidente de EE.UU. recibió el aval del Tribunal Supremo.
El Mandatario busca su reelección el 6 de noviembre.
El Presidente de EE.UU., Barack Obama, recuperó posiciones en la batalla electoral con el aval del Tribunal Supremo a su reforma sanitaria, mientras el republicano Mitt Romney confía en que su promesa de anular esa ley movilice a los votantes conservadores.
"Los ganadores celebran, los perdedores se movilizan", resumió William Galston, analista de la Brookings Institution, en el diario The Washington Post, en referencia al apoyo a la reforma de Obama, que pretende que a partir de 2014 la mayoría de los estadounidenses cuente con cobertura médica.
La prensa estadounidense coincide en sus titulares y editoriales en que la decisión del Supremo, que este jueves declaró constitucional la reforma sanitaria promulgada por Obama en 2010, es una gran victoria para el Presidente y un espaldarazo a su campaña para lograr la reelección el 6 de noviembre.
Pero esos mismos editoriales destacan también que el fallo del Supremo puede ser un arma de doble filo que anime a acudir a las urnas a los votantes conservadores y a algunos independientes con el objetivo de llevar a la Casa Blanca a Romney, que ha prometido revocar la reforma de Obama.
Contra la "ObamaCare"Los republicanos confiaban en que el Supremo invalidara la reforma sanitaria del presidente, en particular su cláusula más polémica, que establece la obligatoriedad del seguro médico para todos los estadounidenses.
Romney y los republicanos prometen intensificar sus esfuerzos para "revocar y reemplazar" la "ObamaCare", como llaman a la iniciativa sus detractores.
"Si queremos deshacernos de la 'Obamacare', tenemos que deshacernos del presidente Obama", dijo el jueves Romney.
Los republicanos insisten en que la financiación de la reforma de Obama, que entrará en vigor en 2014 aunque algunos de sus programas ya están en marcha, supondrá un "enorme" aumento de impuestos para los estadounidenses y un incremento del déficit público.
Esos argumentos, unidos al de que la obligatoriedad del seguro médico es una "expansión inaceptable" del poder del Gobierno federal, calan bien entre los votantes conservadores y especialmente entre el movimiento derechista Tea Party.