El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insistió en la necesidad de aumentar el control de armas en el país después del tiroteo del pasado domingo en Orlando, y opinó que no hacer nada después de tragedias así es "inexcusable".
En su mensaje semanal a la nación, transmitido por radio, video y en la página web de la Casa Blanca, Obama renovó su llamado a regular las armas de asalto tras el peor tiroteo de la historia del país, que dejó 50 muertos -incluido el atacante- y 53 heridos el pasado domingo en una discoteca gay de Orlando.
"Una y otra vez, hemos observado momentos de silencio por las víctimas del terror y la violencia armada (en el país). Demasiado a menudo, a esos momentos les han seguido meses de silencio. Les ha seguido una inacción que es simplemente inexcusable", dijo el mandatario.
Obama, que este jueves visitó Orlando para reunirse con supervivientes y familiares de las víctimas del tiroteo, lamentó que tantos padres del país tengan que preocuparse por la violencia "en lugares a los que sus hijos e hijas van cada día: sus escuelas e iglesias, cines, discotecas, a medida que crecen".
"Es inadmisible que permitamos un fácil acceso de las armas de guerra a estos lugares. E incluso después de ver a padres llorar la muerte de sus hijos, el hecho de que como país no hagamos nada para evitar el siguiente sufrimiento no tiene ningún sentido", subrayó.
"Ser duros contra el terrorismo, particularmente contra el tipo de terrorismo planeado en EE.UU. que hemos visto en Orlando y San Bernardino, significa hacer que sea más difícil que la gente que quiere matar a estadounidenses acceda a armas de asalto capaces de matar a docenas de inocentes lo más rápido posible", agregó.
"Tienen que escucharnos decir estas cosas incluso cuando aquellos que no están de acuerdo son ruidosos y poderosos", agregó en aparente referencia a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y los políticos, en su mayoría republicanos, que se niegan a aumentar el control de armas.
El mensaje de Obama llega dos días antes de que el Senado vote este lunes sobre cuatro enmiendas de ley relacionadas con las armas, gracias a la presión de varios demócratas liderados por el senador Chris Murphy, que habló durante casi 15 horas en el pleno de la Cámara Alta hasta conseguir un acuerdo con los republicanos.