Brasilia fue la sede de una base de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) y de la Agencia Central de Información (CIA) de Estados Unidos volcada al espionaje global a través de satélites y que operó al menos hasta 2002.
El diario brasileño O Globo publicó este lunes documentos obtenidos en medio del escándalo desatado por las revelaciones del ex técnico de la CIA Edward Snowden, en los que se señala que Estados Unidos tenía una red de 16 bases similares en el mundo y que en la capital brasileña operaba la única de su tipo en América Latina.
"El objetivo era obtener señales de inteligencia captadas en el exterior" por agentes que operaban bajo la fachada de "diplomáticos" y analizaban las informaciones recopiladas gracias a redes de satélites, que operaban incluso en el área comercial.
"Los satélites comerciales son usados en el mundo entero por gobiernos extranjeros, organizaciones militares, empresas, bancos e industrias", dice uno de los documentos obtenidos por O Globo, queañade que, con esas redes, Estados Unidos obtenía informaciones de "inteligencia sobre las comunicaciones de dirigentes".
El diario señala que, según los documentos, esa base operó al menos hasta 2002 en Brasilia, pero admite que no hay pruebas de que haya continuado trabajando a partir de ese año.
Ayer domingo O Globo reveló que la red de espionaje global denunciada por Snowden también estuvo volcada hacia Brasil, entre muchos otros países del mundo.
Gobierno pide explicaciones
Snowden, reclamado por la justicia de Estados Unidos, está desde hace dos semanas en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
Desde Moscú ha pedido asilo a una veintena de países, incluido Brasil, que la semana pasada confirmó que recibiò la solicitud, aunque explicó que "no se propone responder".
Ayer, tras conocer las primeras informaciones publicadas por O Globo sobre la base de documentos filtrados por Snowden, el canciller brasileño, Antonio Patriota, dijo que pidió explicaciones a Estados Unidos sobre el asunto.
Patriota afirmó que el Gobierno de Dilma Rousseff recibió con "grave preocupación" la noticia de que Estados Unidos también espió a ciudadanos brasileños.
Declaró, asimismo, que Brasil pretende promover una iniciativa en las Naciones Unidas con el objetivo de "prohibir abusos e impedir la invasión de la privacidad" de los usuarios de internet, y que se establezcan "normas claras de comportamiento de los Estados" en el sector de las telecomunicaciones.