Jill Kelley afirmó que fue amenazada reiteradamente a través de distintos medios.
Acusó a la amante de David Petraeus de enviarle los mensajes.
Jill Kelley fue la mujer que reveló el escándalo extramatrimonial del ex jefe de la CIA en Estados Unidos, David Petraeus, lo que finalmente le costó el puesto al alto funcionario del gobierno de Barack Obama.
Y ahora acaba de revelar que desde entonces su vida se convirtió en una pesadilla desde que empezó a recibir mensajes amenazantes de la amante del jefe de seguridad, Paula Brodwell.
Luego de tres meses de silencio, Kelley le contó a The Daily Beast que estuvo aterrada desde que comenzó a recibir tales mensajes, lo que la impulsó a hacer una denuncia ante el FBI.
Las amenazas se debían a que Kelley es amiga de Petraeus y Brodwell se sintió celosa de esta relación e inició un acoso en contra de esta mujer a través de mensajes de correos electrónicos.
"Sabía que estaba siendo acosada, pero no sabía que quien escribía los mensajes era una mujer", afirmó Kelley al medio. Y agregó que no conoce a Paula Browdell y que le parece "bizarro" el rumor de que ella y la amante de Petraeus hayan sido rivales amorosas.
"Hubo chantaje, extorsión, amenazas. Estaba aterrorizada", agregó la mujer, quien también dejó establecido que con el ex jefe de la CIA "somos amigos. Su esposa y yo somos buenas amigas. Nuestros hijos son amigos".
Y para explicar su denuncia ante el FBI, afirmó que "hice lo que cualquiera habría hecho cuando te estás sintiendo amenazado, buscar protección de alguien en quien se confía".
