El director nacional de Inteligencia de EE.UU., James Clapper, hizo públicos varios documentos anteriormente clasificados sobre programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Los documentos datan en su mayoría de 2009, cuando la Casa Blanca presionó al Congreso para aprobar secciones de la Ley Patriótica, aprobada en 2001 tras los atentados del 11S, que iban a caducar, aunque incluye también informes de 2011.
Entre los documentos desclasificados se detalla como el Departamento de Justicia autorizó la captura de datos de teléfonos móviles desde las torres de transmisión desde 2010.
Eso detalles y la justificación legal bajo la Ley Patriótica fueron notificados a los comités de inteligencia de la Cámara de Representantes y el Senado.
Otros documentos confirman que la NSA, el FBI y el Departamento de Justicia notificaron al Congreso de sus intenciones de fortalecer su recopilación de los llamados "metadatos" telefónicos, que incluye información de números de teléfono u hora de las llamadas, pero no contenido.
Desde que en junio Edward Snowden, ex analista de la NSA, comenzara a filtrar datos de los programas de espionaje telefónico y en internet de la agencia el Gobierno de Barack Obama se ha comprometido a desclasificar detalles de los programas de espionaje en aras de la transparencia.
Con esta nueva publicación de información y la del pasado septiembre, Clapper intenta aclarar al público estadounidense que el espionaje no vulneró su derecho a la privacidad.
Pese a la desclasificación de documentos, la administración de Obama se enfrenta a una gran presión, sobre todo después de que Snowden revelara que EE.UU. espió a mandatarios de países europeos y latinoamericanos, algo que pone en peligro la relación de confianza con naciones aliadas.